El último vuelo atlántico del Barón… // Club Chester Meloneras, Gran Canaria – 18/01/2020
BARÓN ROJO realizó su último vuelo atlántico el pasado día 18 de enero, en el Chester Meloneras, club nocturno de la zona más lujosa del sur de Gran Canaria, alojado en la planta sótano del Gran Casino Costa Meloneras. La productora del evento desplazó hasta el mismo dos autobuses, desde Las Palmas de Gran Canaria, para poder disfrutar sin tener que usar el coche de vuelta. La sala contaba con una gran barra central, lo que facilitaba la visión de esta banda pionera del rock en español a los que estaban delante. Para los situados detrás, sin embargo, la visión ya no era tan buena.
El escenario se presentaba con una gran imagen del aviador, que es símbolo de la banda madrileña de heavy metal, situada al fondo del mismo. Con el tema «Obertura», del álbum «Tommy Baron», BARÓN ROJO abrieron el concierto, para luego dar paso a otro de los temas de los álbumes editados en este siglo XXI. Continuaron con otro de los clásicos de la banda: «Larga vida al Rock ´n´roll», que daba título al primer álbum y con el que BARÓN ROJO obtuvieron el disco de oro. Y así se iniciaba la velada, con los temas de los ´80 y ´90 de la banda, una época dorada donde cosecharon sus mayores éxitos. Asimismo, Armando de Castro, guitarrista de la banda, daba las gracias a los presentes por acudir a la última gira mundial de BARÓN ROJO.
La banda en conjunto, «Cueste lo que cueste», se iba metiendo poco a poco de lleno en el concierto; con estribillos, solos de guitarra y de bajo. Con guitarras aceleradas y con un público ya metido en faena presentaron temas del álbum «En un lugar de la marcha». El público tarareaba las canciones «Caso perdido» y «Breakthoven», reflejo identificativo de su generación, no en vano, la media de edad del público presente estaba en torno a los cuarenta y cinco años.
Sin lugar a dudas, el álbum que no podía dejar de sonar no era otro que «Volumen Total», con el que BARÓN ROJO obtuvieron el disco de Platino. Y este lo tocaron prácticamente en su totalidad. Así se fue sucediendo un tema tras otro: «Las flores del mal», «Incomunicación», «Satánico Plan»… Fue como si se hubiese incrustado en medio un medley, con la batería marcando la pauta de los temas que se habían sucedido.
Tras los «Hijos de Caín» y «Los Rockeros van al Infierno», al infierno se les fue la batería, con rotura de los toms de la misma. Mientras les llegaba el recambio, la banda aprovechó para marcarse unos temas instrumentales con las cuatro y seis cuerdas, con luces más tenues y dos focos de una mayor calidez sobre los hermanos de Castro, a las guitarras, y José Luis Morán al bajo. Con Rafa Díaz ya listo volvieron al Chester Meloneras los ritmos acelerados y las voces, como rezaba el tema «Siempre estás allí»… Finalmente, BARÓN ROJO salieron del escenario para llegar al encore final con clamor. El público los reclamaba nuevamente al escenario del Chester.
Y se fueron a lo grande, como solo lo pudieron hacer aquellos que marcaron una época en el rock patrio, con «Son como hormigas», porque desde lo alto de su caza sobrevolaron una legión de «hormigas» que los aclamaba al escenario. Llegaron ataviados con bufandas y gorros de aviadores al grito de «¡Hasta siempre!». Rafa atronaba la batería para presentar a Morán y este a Armando de Castro con aplausos y gritos del público presente. Y con toda la banda frente a la batería finalizaba el concierto para proseguir su vuelo hacia tierras gaditanas. ¡¡Hasta siempre Barón!!