Ivan Allué: «Si te cierras tiendes a extinguirte: si no das a conocer que hay un movimiento que se llama heavy metal desapareces»
El periodista especializado en música metal, Ivan Allué, viejo conocido de esta casa, nos habla de su último libro “Mujeres, Rock & Heavy Metal… ¿Quién Dijo Sexo Débil?«, en el que entrevista a más de cincuenta mujeres de la escena rockera estatal y aprovecha para hacer un repaso de lo que es para él escuchar, vivir y sentir el heavy. A las cinco y media en la estación de Montcada i Reixac está Ivan esperando puntual, que ha aceptado encantado una cerveza como soborno por dejarse hacer unas cuantas preguntas sobre la música y el estilo de vida heavy.
Allué ha estudiado Comunicación Audiovisual y, al margen de ser colaborador habitual de este medio, Metalcry.com, también ha trabajado puntualmente en otro de los portales dedicados a la música rock y heavy, llamado Themetalcircus.com. Se nota que de metal sabe un rato, sin ir más lejos este año ha sido miembro del jurado que elegía en el “Metal Battle WOA Spain 2018” la banda estatal que competirá en el concurso internacional que se celebra en el Wacken (Alemania), uno de los festivales de metal más importantes del mundo.
Ivan también es escritor: en septiembre del año pasado publicó su tercer libro, titulado “Mujeres, Rock & Heavy Metal… ¿Quién Dijo Sexo Débil?” (Milenio, 2017). En él se ha dedicado a entrevistar a más de cincuenta mujeres del mundo del rock y el metal, para conocer de cerca cómo se vive y qué representa ser mujer en un universo cargado de testosterona. Reconoce que como hombre no se lo había planteado y que le sorprendió cuando muchas compañeras rockeras afirmaron que por ser mujeres deben demostrar más, que no se las tiene en cuenta para según qué ambientes o que los compañeros hombres tienen actitudes condescendientes con ellas: “hay detalles como que muchas veces ellas preparan el equipo y siempre está el típico tío que les pregunta si saben hacerlo o necesitan ayuda. No las valoran como si ellas supieran hacerlo por sí mismas”. Incluso llega a pasar que ni se les pasa por la cabeza que formen parte de la banda, porque “entran a la sala y las confunden con la camarera o la chica del merchan, porque no están habituados a que una mujer toque en una banda de heavy”.
Lo cierto es que en este mundo es complicado ver a mujeres sobre el escenario, y más en un rol que no sea el de cantante, pero que haya cantantes femeninas o grupos integrados en su totalidad por mujeres, como VIXEN, “es un referente para que haya más chicas entre el público”. Ivan, que lleva muchos años siendo heavy, observa que la tendencia es el incremento de mujeres no solo entre el público sino también encima de los escenarios. Apunta al papel de las redes sociales, que posibilitan acceder más fácilmente a este tipo de música y que las mujeres formen bandas: “Lupe (SANGTRAÏT) me comentaba lo difícil que era encontrar chicas que tocasen en una banda para hacer un grupo solo de mujeres, pero ahora con Internet y las redes sociales pueden contactar entre ellas y también hay más medios para estudiar música”.
El prólogo de su último libro está escrito por Silvia Martínez García, investigadora y autora del libro “Enganxats al heavy: cultura, música i transgressió” (Pagès editors, 1999), que se basa en su tesis doctoral “El heavy metal a Barcelona: aproximació a l’estudi d’una música popular” (1997). Para Ivan, trabajos como el de Silvia, que miran el heavy desde el prisma académico, ayudan a normalizar el heavy: “somos una cultura como cualquier otra, pero el heavy tiene los estigmas de siempre: delincuencia, drogas, incultura… pero eso son estigmas que hay que seguir rompiendo y el libro de Silvia nos ayuda”. Tampoco le gusta que se les ponga etiquetas y hablen de ellos como subcultura: “nada de sub, ¿por qué sub? Que lo fuese a finales de los 70… pero hoy por hoy es una cultura normalizada en la sociedad y además con bases sólidas. Es una cultura en mayúsculas”, o tribus urbanas: “tribus urbanas lo achaco a cuando tienes 15 años, pero cuando tienes 37 tacos tribu urbana no, es una forma de vida”.
Y precisamente es lo que ha hecho Allué, hacer del heavy su estilo de vida y convertirse en una especie de activista del metal: “siempre que puedo lo reivindico, que el heavy es cultura”. En relación a este aspecto queda claro que “el heavy ocupa las 24 horas del día: te levantas heavy y te acuestas heavy”. Para Ivan, el sonido heavy es algo tan simple como “una buena distorsión en una guitarra o una batería con doble bombo metiendo caña. Esa es la base para que yo considere algo heavy” y “que la base sea dura, agresiva y contundente”, y partiendo de ahí “todo es bienvenido”. Allué arrasa con el tópico y muestra un discurso abierto a nuevos sonidos dentro del género y a estéticas que rompan con los estereotipos. En su opinión, entre sentir el heavy o que también haya una necesidad de parecerlo físicamente, el entrevistado lo tiene claro: “basta con sentirlo”.
“El heavy ocupa las 24 horas del día: te levantas heavy y te acuestas heavy”
Pero la realidad es que no todos los metaleros piensan así: hay cierta tendencia a la endogamia en la escena metal, donde los heavies más acérrimos tienen fama de rechazar todo contacto con lo no-heavy, ya sea en el aspecto musical, social o en el estético. Ivan no niega que no existan, pero considera a los integrantes más extremos –y extremistas— una “minoría” por la cual “se empaña el colectivo”. Además, reconoce que cuando era más joven también pensaba como ellos, pero ahora que tiene 37 años lo ve todo desde una perspectiva más reflexiva. Achaca el fervor por proteger la pureza del sonido y la estética del “metal auténtico” a una cuestión de edad: “me pillas con 15 o 18 años y sí que soy más radical, pero ahora con el paso del tiempo soy cada vez más abierto de miras y no me cierro para nada”, y apunta que “si te cierras tiendes a extinguirte: si no das a conocer que hay un movimiento que se llama heavy metal desapareces”.
En cuanto a la escena musical, Ivan se muestra preocupado con el relevo generacional en el heavy: “las grandes bandas como METALLICA, IRON MAIDEN, EUROPE o BON JOVI algún día desaparecerán. Son las que llevan cuarenta años tocando y están llenando estadios. Eso con grupos jóvenes no se tiende a ver”, y cree que “algún día se acabará el heavy metal de grandes estadios”.
Sin duda, Internet es una gran herramienta para todas esas bandas noveles que quieren darse a conocer, pero la paradoja de ser conocido y no poder vivir de tu música también es real: “si te vas veinte años atrás, a la que despuntabas un poco con tu banda tenías opción de ganarte la vida con ello, ahora, si despuntas con tu banda tienes opción de ser muy conocido, pero igual no te ganas la vida con ello”. Apunta a la responsabilidad de los festivales de música rock y heavy por apostar por carteles con bandas más jóvenes. El ejemplo opuesto sería el “Rock Fest” que se celebra en Santa Coloma de Gramenet: “solo tienes que fijarte en los cabezas de cartel, que tienen una media de 60 años”. Pero hasta aquí la utopía, porque como bien afirma “detrás de un festival está una promotora de conciertos que es una empresa. Si SCORPIONS me va a traer el doble de gente pues traigo a SCORPIONS, porque yo estoy aquí para ganar dinero y cubrir gastos”, pero por suerte hay muchos otros festivales de menor tamaño que apuestan por bandas menos masivas, incluso del ámbito local y emergentes.