Top 10: ¿Hablamos de amor?
En un día tan señalado como hoy, San Valentín, hemos decidido hablar de amor en Metalcry, ¿qué os parece?. El amor no entiende de razas, religiones, ni de tribus urbanas, es un sentimiento implícito en el ser humano, que a todos nos ha dado alegrías y algún que otro disgusto. El arte es expresión, por lo que todas esas vivencias personales derivadas del amor salen a la luz, ya sea en forma de pintura, escultura, película, canción… Y en esa última es donde tiene cabida el heavy metal, uno de los estilos musicales con más expresividad y autenticidad que existe: ¿Cuántas veces habremos escuchado aquello de que “las baladas heavies son las mejores”? Pues bien, aprovechando el filón, hagamos un recorrido a través de diez temas de nuestro querido metal nacional, en los que de uno u otro modo se trata el tema del amor y las relaciones personales en cada una de sus fases.
La más esencial de esas fases acostumbra a ser el encuentro, cuanto más casual mejor, como bien relatan LEO:037 en “Mi Otra Mitad”, de “Los Fuertes Sobreviven” (2011). Y así es como tiene que ser, fortuito, de lo contrario, no deja de haber cierto halo de artificialidad en el proceso. Ese cruce de caminos puede dar lugar a una relación, o no, pero si más no, es fundamental para empezar a conocerse. Es aquél momento mágico, que será recordado por siempre más entre ambos, en caso de que la cosa fructifique. Resulta el principio de un camino, del que precisamente hablan MEDINA AZAHARA en el corte número cuatro de “Tánger” (1998): “Sólo Un Camino”. Entendemos entonces que la cosa, que también podríamos haber llamado amistad, sigue su curso. Ese tipo de amistad suele dar paso a algo más; a los besos con sabor a miel, a los amaneceres con puesta de sol… Estás en una nube, de la que no querrías bajar nunca (qué cursilada ¿no?, pero bien que nos gusta). Todo resulta más fácil, como dice Manuel Martínez en “Sólo Un Camino”. Es quizás una de las etapas más bonitas de una relación; descubrirse el uno al otro.
Si el amor sigue asomando la cabeza, y lo que encontramos nos gusta, poco a poco, le vamos cediendo terreno a Cupido. En este caso, se suele decir que las mujeres se entregan más, que son más pasionales que los hombres, y por eso, como anillo al dedo nos viene “Ella”, incluida en el disco “Acorralado Por Ti” (1984), de ÑU. En “Ella”, José Carlos Molina, se refiere a lo que sucede a su alrededor, en tercera persona. Es como si le estuviera explicando a un colega la suerte que ha tenido al encontrar a esa chica, aunque, por otro lado, también puede interpretarse como mujer sometida al hombre, bien sea por voluntad propia, como es el caso. Que cada uno/a la interprete cómo más le guste, pero, sigo creyendo, que la canción merece mucho la pena. Un flechazo de inspiración que los ÑU supieron aprovechar como nadie.
Ahora bien, si hay alguien capaz de hablar de amor en nuestro metal patrio, ese es Víctor García de WARCRY, gran amante de la Tragedia Griega, que a cada lanzamiento discográfico nos hace emocionar con tan desgraciadas baladas. De su primer largo “Warcry” (2002), una vez partió de AVALANCH, es “Cada Vez”, un tema dedicado a su pareja, que habla por sí solo. Aquí ya estaríamos en la fase estable del duplo, han pasado años desde el primer encuentro, y los implicados ya son cómplices. Como suele decirse, son uno. Quieren mantener la llama encendida hasta el fin de sus días.
Pero, como todos sabemos, o hemos vivido en propias carnes, hay veces que ese cuento de hadas que parece estar viviendo Víctor García en “Cada Vez”, tiene un final inesperado. Por desgaste, rutina, o llamadlo como queráis, el amor puede quebrarse. Inevitablemente, es entonces cuando llega el momento de la ruptura, doloroso donde los haya. SOBER supieron expresarlo con acierto en su disco “Morfología” (1998), a través del tema “Loco”, con el que acostumbran a cerrar sus actuaciones. No por eso caen en el tópico de la balada ñoña, sino que lo expresan a golpe de riff y mala leche.
Las rupturas pueden derivarse de varios factores, entre ellos, el más frecuente suele ser la mentira. Llegados a este punto, la pareja ha tomado caminos separados, tiempo para hacer inventario. Es entonces cuando “Mintió” cobra sentido. Un temazo de OBÚS, en clave blues-rock, con orquestación, incluido en su disco “¡Cállate!” (2009). Más dolorosa que la ruptura, es quizás la etapa posterior de desamor, cuando por nuestra mente navegan recuerdos de los viejos tiempos vividos junto al ex en cuestión. Siempre hay uno de los dos que sale perdiendo en ese sentido, aunque la ruptura haya sido consensuada.
Inspirándose en esa fase precisamente, ÁNGELES DEL INFIERNO, compusieron el mítico “Si Tú No Estás Aquí”, del álbum “666” (1989). Empieza ahora un periodo de “mono”, por llamarlo así, en el que el poso del amor puede ejercer como adictiva “droga”. “Agua De Mayo”, de HORA ZULU, juega muy bien con esas mismas metáforas, ya que podemos creer que el protagonista de la letra está “enganchado” a una chica, pero en realidad habla del hachís. Una muestra más de la agudeza del maestro poeta Aitor Velázquez, que abre el disco “Me Duele La Boca De Decirlo” (2002).
Con más positividad nos cantaba el señor Ramón Lage aquel estribillo del “Hoy Te He Vuelto A Recordar”, que AVALANCH grabó en el exitoso “Muerte y Vida” (2007). Y es que se trata de una canción que da buen rollo, a pesar de lo triste del mensaje. Es más, visto el título del disco, se puede hasta intuir que la susodicha ha fallecido. Pero, para triste, la letra del “Frío Como Una Llave”, que LOS SUAVES incluyen en “Adiós Adiós” (2010). Un nuevo ejemplo de la grandeza de Yosi escribiendo sobre las penurias de la vida, seña característica de los gallegos.
Después de que la recta final de este artículo se haya centrado en la ruptura, olvidémonos de ella, y pongámonos en el supuesto de que la relación ha seguido adelante. La pareja ha llegado a la vejez, y la muerte llama a la puerta del hogar, para llevarse a uno de los dos. Yosi no describe al matrimonio como idílico, todo lo contrario, más aún cuando la crisis ha hecho caer al hombre en la bebida. Dejando ir la puntilla conformista de “al menos se tenían el uno al otro”, LOS SUAVES siguen narrando la historia del matrimonio, hasta que llega la fatídica hora: las seis de la madrugada.
Y con esta gran composición cerramos el artículo especial de San Valentín. Como habréis visto, hemos intentado omitir las típicas y adormecedoras baladas lloricas del “te echo mucho de menos… no me dejes…” (aunque la de ÁNGELES DEL INFIERNO va en esa línea), y hemos buscado un poco de variedad estilística, urdiendo un texto en el que intentamos abordar cada una de las fases que experimenta una relación entre dos seres humanos, en cuanto a amor se refiere. Y es que ¿qué sería de la vida sin esas relaciones? Pues igual sería más sosegada, quién sabe, lo que si es cierto es que en el fondo merece la pena vivirlas, cuantas más mejor, puesto que nos dan experiencia en la vida, sobre todo si hemos salido apaleados, ayudan a madurar y nos sirven de guía para no caer en las mismas trampas otra vez. Como decía Nietzsche: “Aquello que no nos mata nos hace más fuertes”.