MUJERES DE METAL, DESTERRANDO TÓPICOS
¡Feliz día de la mujer trabajadora!
En los tiempos que corren, aún con el estigma de ser un género dedicado al público masculino, cada vez los escenarios y salas son ocupadas por mayor número de féminas. La simbología de que el metal es un estilo bruto y tosco y solo para hombres se diluye con la presencia más elevada, día a día, de mujeres amantes de la buena música y la escena metalera crece y se enriquece a cada paso que conjuntamente damos, reventando y aplastando los tópicos que rodean al estilo, aceptando que todos podemos formar parte de él.
Hard Rock, Heavy, Power, Thrash, Death, Black… cualquier estilo es por y para todos los géneros y las mujeres también contribuimos a la creación y evolución de un estilo de vida en el que para todos hay cabida.
Atrás quedó el fenómeno ‘grupi’ y la presencia de la mujer florero destinada a estar eternamente en una segunda fila, adornando el tablado.
El número de mujeres al mando de una formación sube como la espuma, como también lo hace las que se cuelgan una guitarra, un bajo, o que derrochan energía tras los timbales de una batería, pese a la dificultad que sigue existiendo aún a día de hoy entrar a formar parte de una alineación sólo de hombres si tu instrumento no es la voz, y ¡ojo! Ésta debe de tener un tono de voz orgásmico, y a poder ser, que sus tallas sean 90-60-90, y que muestre sus encantos, al final lo que vende es el componente sexual de la chica en cuestión.
Está más que demostrado que podemos adquirir las mismas habilidades a las seis o a las cuatro cuerdas que ellos, prueba de ello son nombres como Orianthi, Nita Strauss o Ruyer Suys; o dejar anonadados a todo el público con la pasión, fuerza y vigor que manifiesta al doble bombo Justine Ethier o tocar, incluso, la batería con tacones de aguja como Lux Drummerette; porque esa es otra, somos capaces de mantener nuestra femineidad aún cuando aporreamos caja y bombo.
Por lo que al movimiento fan se refiere, dejémoslo claro: no solamente vamos a ver cantantes cachas o guitarristas con pelazo, o, es más, no solamente vamos a un concierto a acompañar a nuestros novios y maridos. A veces esto es incluso al revés, son ellos nuestros acompañantes, y sí, entendemos de música, de método y técnica. Sabemos la historia de nuestros grupos preferidos, escuchamos discografías enteras de innumerables grupos de ayer y hoy, y podemos debatir y discutir sobre ello; y no solo eso, podemos dedicarnos también al periodismo musical, y nuestro criterio es igual de válido que el de cualquier hombre.
Aunque la situación es la que es, poco a poco vamos viendo la luz al final del túnel, la aprobación y aceptación va aumentando y accedemos a que la mujer pueda compaginar su vida con su pasión o trabajo, que al fin y al cabo es como debería ser siempre en todos los ámbitos. Seguramente, en el espacio que hoy nos ocupa, debamos dar las gracias a grandes mujeres que el rock y el metal nos ha ofrecido a lo largo de los tiempos, iconos, luchadoras, gerreras como DORO, JOAN JETT, JANIS JOPLIN, VIXEN, HEART, PATTI SMITH, ANGELA GLOSSOW, LITA FORD… solo por nombrar algunas de ellas, pues la lista, por suerte no es corta. Y como no, agradecer a todas las mujeres que intentan hoy hacerse un hueco sobre las tablas, en los medios de prensa musicales, y aquellas que cada sábado compran su entrada para ver en directo a sus grupos preferidos. Y gracias, como no, a los hombres que intentan también romper barreras y tópicos. Feliz día de la mujer.