OMISSION + SABATAN + ROAR – SALA RITMO & COMPÁS, MADRID – 13/02/2010
Concierto de esos en los que uno marca el calendario de rojo intenso y vive con nerviosismo en los días previos. Hacía algo más de un año que no tenía la ocasión de ver en directo a Omission y la oportunidad pintaba inmejorable. Acompañados de Roar y Sabatan, el pasado sábado presentaban su primer largo, “Thrash Metal is violence”, en la sala Ritmo & Compás para su audiencia madrileña. Hubo lleno (o casi lleno, al menos no existían espacios vacíos innecesarios) y hubo apoteosis: pocas bandas he visto que tengan una capacidad innata tan grande para destrozar escenarios y partir cuellos que la de Patillas.
Como el hombre propone y Dios dispone (y este tiene un humor bastante particular), la tarde no comenzó de la mejor manera posible. Puntualidad extrema que hizo que tanto yo como gran parte de los que se pasaron por allí nos perdiéramos la actuación de Roar. Por los comentarios los madrileños estuvieron demoledores, provocando agresividad máxima entre el público. Lástima que lo de los horarios no sea un dogma y nos hayamos malacostumbrado a no estar cuando los cárteles marcan en los lugares indicados.
Sabatan si gozaron de una sala casi repleta. Los también capitalinos contaron con la voz de Dani, miembro de Rancor, en un puesto que no terminan de definir pese al paso de los años. Su concierto estuvo plagado de buen Heavy Metal tradicional que en esta ocasión sonó más poderoso y potente que en otras actuaciones. Repasaron sus últimos trabajos (hace tiempo que no editan nuevo material) y se marcaron versiones de Slayer y Exodus, trazando quizás una línea más Thrash en la nueva orientación del grupo. Correcta actuación que nos cogió algo fríos y desanimados por no haber podido iniciar la noche como teníamos previsto pero que rápidamente nos metió en faena preparándonos para lo que estaba por venir.
Hacía mucho tiempo que no veía un concierto en la sala Ritmo & Compás sin su sempiterno logo al fondo. Cuando la cortina se corrió para el cambio de escenario quedó claro que algo importante iba a suceder. Con “The imperial march” extraída de la banda sonora de Star Wars de fondo, Patillas y sus secuaces aparecieron en escena. De fondo un enorme telón con el logo del grupo, a ambos lados banderas con la cruz invertida formada por balas que les sirve de escudo, por el escenario diversos cráneos de carnero estratégicamente situados. Ataviados de cuero y tachuelas, con ligero corpsepaint sobre sus rostros y una adrenalina acumulada que no tardaría en extenderse cual plaga sobre los allí congregados, Omission comenzaron a demostrar que el Thrash Metal es maravillosa violencia.
No importó que el sonido no fuera el mejor deseable, las canciones hablaban por sí solas y caían una tras otra sin piedad. Hubo lugar para esos clásicos ya que son “Traitor” y “Pure fucking hate”, para versiones de grupos nacionales como Postmorten y foráneos como Sarcófago, para probar temas antiguos readaptados como “Northen wrath” y para hacer dedicatorias a Cristo en “Satanic feelings” (se destrozó un crucifijo en escena para delirio de los más salvajes). Auténtico Satanicspeed Thrash Metal como definen ellos a su propio estilo.
Abajo, la gente provoca caóticos stage divings y un incesante mosh que sólo se veía mermado por grupales sesiones de headbanging. La visión final del escenario vacío y el foso lleno de líquidos varios y basura, con el público tambaleante y sudoroso, todo ello bajo los acordes del tema principal de “The orange clockwork”, son sólo equiparables a lo que un guerrero puede sentir al abandonar un campo de batalla como superviviente.
En resumidas cuentas, dieron todo lo que se le puede pedir a un concierto de Heavy Metal: agresividad, entrega y profesionalidad. La incorporación de Jaime Surt (miembro de Wolfencross y Gloom) al bajo en sustitución de Julito, de forma temporal para sacarles del apuro, no mermó la capacidad aniquiladora de los madrileños. Sensacionales y con una respuesta a su altura, sirva de ejemplo el buen funcionamiento del puesto de merchandising donde las existencias se sirvieron a pares.
Ahora sólo queda esperar al próximo mes de abril en el que Omission volverán a subirse a un escenario de la capital, esta vez para telonear a Flotsam & Jetsam (no quisiera estar en la piel de los americanos esa noche) y a mayo para sacarnos la espina de Roar (forman parte del cartel del IV Pounding Metal Fest). Mientras nos queda el recuerdo de una noche memorable que se suma a la lista de grandes citas relacionadas con el Thrash Metal que nos está deparando este inicio de 2010.