RAGE+TYR+COMMUNIC+SCAR OF THE SUN – SALA CARACOL, MADRID – 5/4/2012
Los germanos hilaron muy fino.
A mi imaginación llegan muy pocas ideas mejores, para pasar un Jueves Santo, que recibir la llegada de un interesantísimo tour destacado por acoger la presentación del nuevo «21» de RAGE. La tarde lució desde primera hora lúgubre y sombría, con unas nubes amenazantes que no dudaron en descargar con rabia toda su agua desde que hicimos acto de presencia en la madrileña sala Caracol.
Por suerte, siempre quedará «el bar de la esquina» (aun no conseguí aprenderme el nombre), para resguardarnos de la tormenta y ya de paso ir calentando motores con unos zumos que alentaran la velada, sobre todo después de que las bandas entraran en el bar pocos minutos antes de que comenzaran a sonar los primeros teloneros.
Para este servidor, el mix de bandas se me antojaba perfecto, cosa que no se vio reflejada en un aforo que dudo mucho superara las 300 ánimas y eso que el precio de las entradas para cuatro formaciones tampoco era demasiado elevado y más si contamos a quienes podíamos contar entre las cuatro y la diversidad del cartel (sobre todo al incluir a los TYR).
Aunque no estoy para nada de acuerdo con la inclusión de los griegos SCAR OF THE SUN, en el cartel; por básicamente aquello de que empezaron a las siete de la tarde, teniendo nada de tiempo y menos y siendo visto por como mucho cincuenta personas entre las que menos de 20 prestaban verdadera atención y más después de finalmente enterarme de que los RAGE tenían preparados otros tres cortes que no pudieron ofrecer, quiero dejar claro que me alegro que estos chicos hayan tenido sus momentos de gloria en esta gira y se hayan dado a conocer, pero bajo mi humilde punto de vista con los dos siguientes más la cabeza de cartel hubiera sido suficiente.
De cualquier forma estos chicos salieron bastante nerviosos al escenario, con una gran profesionalidad eso sí dispuestos a impresionarnos en los pocos minutos que tenían entre manos con su doom con toques góticos, para presentar su «A Series Of Unfortunate Concurrencies» (primer álbum de la banda que vio la luz el pasado 2011).
Aunque la banda lo intentó fervientemente, con una rápida colocación de los músicos en escena y la salida de su cantante para marcarse «8th Ocean Dried», no terminaron de cuajar con un sonido que para nada les hizo ningún bien y más fallos técnicos que aciertos en directo, continuaron con «Ode To a Failure», en la que vimos al guitarrista dejarse las cuerdas vocales junto con el cantante en la canción; quizás uno de los puntos más interesantes de su concierto.
Después de saludar al personal, la banda siguió en materia desgranando otros cuatro temas en la media hora exacta que les habían dejado para proponer su directo, estos temas serían «Swangsong Of Senses», «Burn The Memory», «Disciple Of The Sun» y «Gravity», en los que para no engañar a nadie diré que pasamos el rato más que otra cosa porque no consiguieron transmitir mucho. Me gustaría poder ver a esta banda en otra circunstancia para poder hablar de ella mejor, ya que los instrumentistas estuvieron bastante correctos aunque nadie se moviera lo más mínimo en tablas y no hubiera una interacción con el público que animara el cotarro (dato que les restó algunos enteros).
Apenas sin darnos cuenta, aparecieron en escena los noruegos COMMUNIC, una banda que llevo siguiendo desde que descubrí su segundo plástico y que tenía muchas ganas de ver, sobre todo por los buenos comentarios que habían vertido algunos colegas sobre su directo, que animaban a verlos en escena.
Son un trío que logra llenar el escenario con su potente puesta en escena y unas composiciones de carácter progresivo, que aunque largas se hacen completamente amenas y recomendables, a través de una guitarra muy sólida que sabe perfectamente lo que se hace y una batería de mucha pegada.
Sobre la escena demostraron una seriedad, difícil de contrastar con sus ganas de pasarlo bien en todo momento, arrojando un contraste fuertemente arraigado simplemente por el hecho de lucir dos camisas iguales en escena (obviamente de los propios COMMUNIC) y comenzar una férrea defensa de su obra a través de dos de los temas incluidos en el disco que sacaran la pasada edición (cuarto de los noruegos por si a alguien le interesa el apunte), estos fueron «A Wayward Soul» y «Facing Tomorrow», que supusieron un antes y un después en el concierto, ya que a muchos de nosotros verdaderamente nos engancharon a las primeras filas, con un sonido mucho más directo que el del concierto anterior, más heavy y mucho más cercano.
La interacción con el público fue excelente, de hecho se mostraron encantados de formar parte del tour y muy agradecidos en todo momento, cosa que supieron transmitir a la perfección, pese a que para entender su música es mucho mejor tenerla algo trillada de anticipo, ya que sino se te puede hacer algo pesada en cuanto a la letra se refiere (ya que muchos ritmos evocan a un sentimiento de pasarlo bien y metalear sin piedad).
El concierto continuo a través de «Communication Sublime» (de gran desarrollo instrumental) y «Raven´s Cry» que sería la pieza que más me entusiasmó de su directo, por la similitud al disco enfatizado en una enésima potencia hacia mejor, os puedo decir que me tenían completamente encandilado, pese a que a muchos ni les llamara la atención, pero era un compendio de circunstancias que provocó que acogiera sus seis canciones con toda la ilusión del mundo, sin entrar en el hecho de que realmente lo hicieron fenomenal.
La última parte; no menos interesante que las anteriores, tuvo un tono festivo aun mayor si cabe, la banda supo leer que el público se lo estaba pasando bien y tomaron buena nota dejándose la piel aun más a través de «Destroyer Of Bloodlines» y «Flood River Blood», proponiendo un fin de concierto sobresaliente. Un concierto que se me hizo tremendamente corto por lo bien que me lo pasé y la manera de disfrutarlo, aunque haya mucha gente que siga opinando justamente lo contrario.
La tercera banda de la velada serían los realmente elegidos para telonear a los germanos; los TYR, quienes siempre proponen un directo entretenido y musicalmente acertado. Son una banda que por si sola logran mover a una gran cantidad de fans como puso de manifiesto la Caracol ese jueves ya que muchos habían acudido a la cita, únicamente para poder ver a estos chicos tocar sus canciones.
Partimos también del hecho de que la propuesta de los TYR, era la más diferente de la línea general en la que se tendría que haber movido el concierto y que en mi opinión, es una banda que se aprovecha totalmente del encanto de sus dos guitarristas, quienes al parecer tenían entre las filas un poblado número de féminas (algunas incluso lo más alejadas del metal que puede uno imaginar), y es que no es de extrañar al ver a dos rubios de metro y mucho, descamisados y sudando la gota gorda, mientras sostenían sus instrumentos…
Ya que no hace falta ser muy listo para ver que su música se basa en lo pegadizo de sus ritmos, gozando de estribillos altamente coreables y a día de hoy conocidísimos, pero en el fondo sin tener el calado de una buena letra de metal como por ejemplo a mi me gusta disfrutar, además en este caso contamos que la banda salió al directo sin nada que les relacionara con el género que practican, ni pinturas, ni estandartes ni nada de nada lo cual desmejoró un pelín la imagen que hubiera esperado de este concierto.
En cuanto a lo que el concierto que vimos se refiere, la banda salió sin despeinarse con «The Lay Of Thrym», aunque en mi opinión la canción que más se disfrutó fue «Hail To The Hammer», donde especialmente se volcaron bajo y batería (los dos guitarras parecían estar ahí un poco como por estar…).
Lo mejor del concierto de estos chicos sería el final, donde la rápida «Hold The Heathen Hammer Hight», hizo que todos cantáramos alegremente el estribillo mientras meneábamos las greñas y la poderosa «By The Sword In My Hand», que cerró rápidamente el concierto para que estos chicos pudieran dedicarse a relacionarse con sus fans «cubatejo» en mano…»no saben estos poco ni nada, me han dicho».
A estas horas de la noche, esperábamos con impaciencia la salida del trío germano encargado no solo de capitanear la velada, sino de convencernos con el directo de su nuevo álbum «21», cuyo formato en estudio suena como una verdadera apisonadora; y en directo también para que nos vamos a engañar.
Los RAGE son una de las bandas perfectamente engrasadas a día de hoy, como bien claro nos han demostrado las últimas veces que han venido a la península, en especial su última gira con la que es más sencillo contrastar parámtros por su proximidad temporal (me refiero al tour de «String To A Web» del pasado marzo), en la que la formación vuelve a su carácter más orquestal como también propuso el pasado jueves cinco en Madrid.
Treinta años y una veintena de buenos discos les avalan como una de las bandas más grandes de heavy metal que ha pisado un escenario y cuando menos una de las más solidas, y es que a eso de las diez menos algo de la noche, una vez apartado todo el equipo de las bandas anteriores y únicamente echando un vistazo al escenario, la única impresión al ver el imponente kit de batería de André, era que aquella velada volvería a ser una vez más memorable y de esas imposibles de sacar de la cabeza años después.
El trío saltó al escenario con una sonrisa de oreja a oreja, sonando impecablemente bien desde la primera nota y no únicamente gracias a ellos, sino al impoluto sonido que nos ofreció la sala para su concierto que es digno de agradecer y si bien me hubiera gustado escuchar un interminable número de cortes que se quedaron en el tintero (o cuanto menos los que se vieron obligados a recortar al llevar un telonero de más), el setlist fue una lección magistral de como se debe ofrecer un directo y como siendo tres miembros en un grupo, se puede llenar visual y musicalmente un escenario.
Además, está claro que nuestro país es uno de los territorios donde mejor se lo pasa la banda en directo, hablo en mi nombre (y en el de otros muchos supongo), a la hora de decir que me encantan las coñas que nos deja el señor Wagner en directo y su interacción no únicamente con nosotros (que es admirable en todo momento), sino con el propio Víktor y André, poniendo notas de humor cada dos por tres sobre las tablas y viendo una gran complicidad entre los tres músicos, sobre todo entre Víktor y Pevey (mucho más que una amistad)…
El concierto de la caracol, dio comienzo con los tres miembros sobre las tablas interpretando el nuevo «21» que bautiza el disco, así muy directo y rápido, pudiendo ver el tirón del señor Smolski con su nuevo niño por así decirlo y una banda en definitiva muy cómoda y segura en su nueva propuesta, aunque para mi haya sido un de los temas que no me han dicho demasiado del nuevo larga duración.
Rápidamente gustaron de saludar al público, alucinando con la gran acogida del nuevo material, ofreciendo casi sin dar tregua «Forever Dead» (también ubicado dentro del nuevo trabajo), que ponían sobre la mesa sus nuevas ideas, siempre en la esencia de la mítica banda y nada más terminar, la primera sorpresa de la noche llegó cuando el propio Víktor, nos dijo que tenía intención de reunirse con una orquesta de Barcelona para ofrecernos una nueva versión del «Lingua Mortis» (a mi me encantó la idea).
«Paint The Devil On The Wall» continuó su apuesta con mucha firmeza y sería «Serial Killer», la que protagonizara otro de esos momentos épicos del concierto cuando Pevey la comparó con su vida amorosa, haciendo algún gracioso gesto con su precioso bajo blanco. Otra de las que tuvieron gran notoriedad sería «The Crawling Chaos», en la que Smolski nos volvió a dejar patidifusos con el manejo de su guitarra y es que realmente este señor hace con su instrumento lo que le viene en gana, resolviendo las partes más complicadas con una soltura impoluta, y aprovechando las partes rítmicas para acercarse aun más a su público, siguiendo los ritmos con el cuerpo o jaleando al personal.
La metálica «No Regrets», consiguió dejarnos hasta algún gutural del señor Pevey que se maneja con sus registros como buenamente le viene en gana, no se achanta con nada y no propone descanso, sobre todo entendiendo que después de esta canción sonara el instrumental «Light into the darkness» del «Unity», con el que se puede entender que se fuerce un poco la máquina con el tema precedente. Y después de volver a bromear con los presentes, nos ofrecieron el último tema de su nueva obra; «Eternally», una canción de gran feeling e intensidad que pone una nota tranquila, en el frenesí al que nos somete los germanos, de hecho para este medio tiempo contaron con el cantante de COMMUNIC a la voz, lo cual la hizo más interesante si cabe.
Divertidísimo como pocos hubieran podido sonar, para ir despidiendo el concierto a falta de los bises, eligieron un «Refuge» de rápidas guitarras y enérgica lírica al más puro estilo speed metal de antaño (hablando en general), que terminó desembocando en la cañera «Great Old Ones», haciéndonos ver que la banda aun tenía fuelle para rato pese a que el concierto estaba tocando a su fin, mientras toda la sala cantaba su preciosa letra.
Después de abandonar un breve periodo de tiempo, la sala se tiñó de un tono azulado mientras sonaba la intro orquestal del impresionante «Empty Hollow» (el tema que más me gustara del pasado disco por su tremendo desarrollo en varias partes), que sonó inmaculado como pocos otros habrían lucido en este momento del concierto, bajo mi humilde opinión creo que es la canción perfecta (de la nueva etapa RAGE) para abrir los bises.
Otro de esos puntos del concierto que te hacen saber perfectamente el motivo por el cual, esta banda ha llegado a donde se encuentra el día de hoy sería su mítico «Don´t Fear The Winter», con esos ritmos pegadizos y rápidos, que se cantan hasta el último aliento con alegría y nada más terminar este, otra de las trastadas de Víktor al comenzar a interpretar los primeros acordes de «Higher Than The Sky», rápidamente interrumpido por Pevey quien abiertamente nos preguntó, si no estábamos aburrido de escucharla (y creo que sonó algún sí por la sala como respuesta a la demanda), pero la realmente elegida para cerrar el periplo madrileño, fue «Soundchaser»; un tema en el que Pevey volvió a meter algunos tonos más graves de lo habitual y la guitarra sonó soberbia de principio a fin edulcorando los ritmos a placer en algunas partes.
En definitiva, una victoria cantada desde antes de empezar el concierto el que tuvimos la oportunidad de ver ese jueves en la sala Caracol, hasta la próxima vez que tengamos la ocasión de volver a cruzarnos con los alemanes (que será más pronto que tarde). Nada más terminar el concierto, me fui a escudriñar el merchan para hacer algunas adquisiciones y continuar la fiesta madrileña, que siempre suele dar mucho de si.
Muchas gracias a la gente de GMF concerts por invitarnos al concierto y a todos aquellos que vi por allí. Larga vida a RAGE.