RAVEN + DIRKSCHNEIDER – SALA GAMMA, MURCIA – 20/10/2017
DIRKSCHNEIDER, Corazón de Metal
Al filo de las 20 horas aterrizamos en la capital del Segura, en una noche plácida de otoño que se prometía muy movida gracias a que Madness Live ha incluido la sala Gamma de Murcia en el circuito de conciertos, lo que nos trae la posibilidad de ver grupos internacionales de la talla de Airbourne, Wasp, Lacuna Coil y el que hoy nos ocupa: Dirkschneider.
Con buen ambiente a la entrada y tras saludar brevemente a Don Marcos Rubio (Leyendas del Rock), accedí al recinto donde ya se encontraban actuando los teloneros Raven, veteranos representantes de la NWOBHM. No sé qué me pasa últimamente pero, por unas cosas u otras siempre llego tarde a los conciertos o que, cada vez, son más temprano; pero bueno, basta de lamentos.
Vamos pues de cabeza a empezar la crónica con todo lujo de detalles reseñando el gran derroche de energía y actitud del trío formado en Newcastle pero afincado en Nueva York, que ya iban casi por la mitad de su set. Cuando entré estaban interpretando el title-track de su primer disco, Rock Until You Drop, con John Gallagher tocando el bajo y gritando como un descosido, removiendo un local a media entrada más o menos, y su hermano Mark aportando a los coros y sacándole punta a su guitarra sin parar de moverse encima de las tablas. Es increíble que, a pesar de ser solo tres miembros (y mayorcitos ya!!), metan tanta caña e intensidad a la descarga. Alargaron el tema para interactuar con la peña y la acabó Mark con un solo de guitarra al tiempo que su bro lo presentaba a la concurrencia.
A continuación John, líder de Raven, nos presentó una del Extermination de 2015, último trabajo de la banda hasta la fecha, con un nombre muy muy largo, Battle March / Tank Treads (The Blood Runs Red), donde el vocalista hace los tonos agudos como puede, o sea, chillando. En ese momento me fijé en que el batería era muy joven, no podía tratarse del tamborilero clásico del combo británico, Joe Hasselvander, baja por problemas de salud; sino que se trataba del americano Dave Chedrick (KILL RITUAL), quien está haciendo los honores en esta gira europea.
Mark no paraba de animar a la congregación y el juego de luces funcionaba perfectamente. Así, siguieron con Faster Than the Speed of Light, tocada muy muy rápida para ser unos dinosaurios del metal y que, por ello, resultó del buen agrado del público, al que obsequiaron lanzando una camiseta de regalo.
Continuaron con On & On, que también sonó genial, con la comunión de toda la parroquia participando en los coros y, sin darnos respiro, Break the Chain, del disco que más tocaron (All For One del 83), pidiendo palmas y haciendo cantar nuevamente a la audiencia. Empalmaron con un medley parcial de Rock Bottom (UFO) y Sympton of the Universe (Black Sabbath) y, para acabar, la acelerada Crash Bang Wallop, con la que concluyeron a redobles de tambor y en un final apoteósico, tras lo cual saludaron y se despidieron presentando a UDO.
Primera vez que les veo en directo y … pese a las limitaciones en los tonos elevados de John, gran descarga del cuervo incombustible!!
El entretiempo entre grupos fue el momento que aprovechamos para ver la zona de merchandising mientras la peña salía a fumar fuera y los pipas de Raven y Mark Gallagher recogían el material. A destacar también la buena e impecable organización, seguridad, el personal de sala, barras, etc.
DIRKSCHNEIDER
En breve ya estaba colocado el doble bombo para el joven Sven Dirkschneider, que es una fotocopia de su padre (de estatura y de profundidad, y…bah, de buen músico también), tres micros para el soporte coral y biombos/cortinas de camuflaje flanqueando el escenario. Tras una rápida prueba de sonido y con la creciente expectación de una audiencia de todas las edades, pero mayoritariamente de más de 40, se baja el volumen y focos para que, a las 21:00 aproximadamente, haga su salida a escena el pequeño gran cantante teutón y su banda en esta segunda rama de su gira Back to the Roots con repertorio de Accept totalmente renovado respecto al Leyendas del año pasado, salvo las cuatro últimas odas que son megaclásicas y, por tanto, obligatorias.
Con todo preparado suena in crescendo un primer sampler de corte pop pero emocionante: Fire (de The Crazy World of Arthur Brown), tras el que hay otro más corto, Intermission, con el que se llena de humo la platea y se inicia la cuenta atrás para recibir al mítico vocalista germano.
Sale primero el grupo que empiezan con The Beast Inside, tema siniestro del Death Row y, tal vez, no muy propicio para arrancar en vivo. Podemos escuchar, calentando ya, la voz única y singular de Udo pero, tarda en aparecer y se hace esperar unos compases… y cuando lo hace, desata la locura y el fervor metalero de los allí presentes.
Ataviado con sus clásicas señas de identidad estética: ropa de camuflaje, botas militares, camiseta negra, cadenas doradas y guantes de cuero; sigue excepcional a la voz a sus 65 tacos y también bien rodeado y acoplado al sonido de los instrumentos de sus compañeros desde un principio. Este primer tema y el quinteto fueron bien recibidos (como no podía ser menos) por el respetable.
Siguieron con la espléndida Aiming High, del Russian Roulette, ambientada con iluminación azul y que cuenta con dos excelentes solos de los hachas Andrey Smirnov y el nuevo fichaje brasileño-americano Bill Hudson, así como un gran control de Udo sobre su pedal Vocal-Echo, por lo que fue más coreada que su predecesora.
A renglón seguido nos ofrecieron la oscura Bulletproof, del Objection Overruled, con luces rojas y buena coreografía de mástiles. Udo pide palmas y apoyo coral al público para dar entrada a un otro solo del joven guitarrista ruso.
A su fin Udo exclamó: “Buenas noches Murcia, estáis bien? “, para continuar con el ritmo reptil de Slaves to Metal, también del Objection (disco de reunión de Accept de 1993 del que, a la postre, tocarían más temas que del resto, un total de 5). Seguía el buen ambiente con puños al aire porque según reza su letra: Ven y levanta la mano y grítalo, lo queremos ahora y lo queremos fuerte… Esclavos del Metal. Grandioso (de calidad y duración) el solo del virtuoso guitarrista ruso para dar un respiro al menudo front-man que, dando gracias otra vez, presentó la fantástica y galopante Another Second to Be, que anima más el cotarro con otro excelente punteo de Andrey que, a mi entender, no desmerece, en absoluto, en técnica al gran Wolf Hoffman.
En ese momento pasó por nuestro lado Mark Gallagher (guitarra de Raven), al cual pudimos saludar brevemente y felicitar por su gran actuación. Mientras tanto, arriba en la tarima arrancaba otro tema tenebroso del Objection Overruled… Protectors of Terror, con nueva coreografía a cuatro y excelentes apoyos vocales de los guitarras y el bajista Fitty Wienhold, muy activo durante toda la velada. El tema destila sonidos guturales antes del solo, el cual levantó a la audiencia para seguir con la rápida y cañera…Fight It Back, del Balls to the Wall, que si bien, el combo la inició a destiempo, fue corregida de inmediato tras el grito de papel de lija de Mr. Dirkschneider. En este corte el solo lo ejecuta magistralmente el mazas Hudson con la cobertura visual del buen juego luces que ambienta la escenografía.
Tras la vuelta a la lucha, tiempo para la calma y la nostalgia de los corazones rotos que han perdido todo para siempre con Can’t Stand the Night, tema más antiguo que tocaron, del Breaker: interpretado de forma magnífica, con otro gran lick de Smirnov y con Udo modulando perfectamente la voz desde la tranquilidad hasta la irritación y la ira. No obstante, está versión en vivo es más corta que la del LP del 81, la cual enlazó el guitarra americano con un arpegio dando inicio a Amamos la Vida, cantada con mucha firmeza y sentimiento, y adornada con iluminación roja al compás que el público alzaba los brazos en un final pleno de En el ecuador del show, se apagan los focos y va otra canción pesada como una piedra del Death Row, Stone Evil, donde el multi-instrumentista ruso y su guitarra-cebra se pican con Bill y su Gibson al tiempo que imperan los cuernos al aire en un recinto que corea incansable el estribillo.
Udo insiste preguntando: Are You A’right? …para dar paso a Hard Attack, mejor pista y única que tocan del Predator, más melódica que su antecesora, con nuevo baile de los músicos en escena, que siguen aportando sin descanso a los coros y que presenta una sección exclusiva de bajo y charles para que el líder del grupo, mano en pecho, interactúe con la peña y les anime a que les de un ataque al corazón!?
Tras ella y, en los primeros compases de Love Child se encienden los ánimos de los asistentes: una chica sube a hombros de su chico del amor mientras todos cantamos el track. En esta ocasión el solo lo ejecuta brillantemente Bill Hudson, las luces son blancas y, a su fin, el bajista lanza la púa al público.
Le sigue la trallera Objection Overruled, espléndida de velocidad y coros. En este punto el volumen del sonido había subido cuantitativamente, o yo lo noté más elevado. De nuevo Bill dispara un solo a las seis cuerdas que mata, literalmente, al personal. Demoledora.
Tras un breve descanso donde solo los guitarras están frente a la audiencia, inician el punteo de X-T-C (del Eat the Heat, cantada originalmente por David Reece, ahora con los también germanos Bonfire), que Udo lleva a su terreno, la mejora y ya la ha hecho prácticamente suya. Gran tapping y solo del Mr. Hudson con la sala ya repleta.
Para encarar el fin de fiesta predominan los colores azules, momento idóneo para que Udo recite el canto siniestro a medio tiempo de Russian Roulette, joya de la corona muy aclamada donde, el singular vocalista sigue el ritmo con su pierna izquierda e incluyen el sampler del tic-tac de reloj que desemboca a un final apoteósico con una tremenda explosión.
Nuevo y corto receso para los consabidos bises mega clásicos ante el OE OE OE del público; la primera Princess of the Dawn, coreada de inicio a fin como cabría esperar y que sonó con un volumen brutal. Gran trabajo de Sven que, también canta el tema mientras azota las cajas sin respiro. El tema sigue con su típico interludio melódico para que cantemos todos y el ruso nos deja boquiabiertos tocando el solo a una mano (la izquierda). Se alarga el corte, a capela con la audiencia murciana, que da entrada a los músicos que nuevamente escenifican otra coreografía Made in Accept para prender fuego a una sala en ebullición mientras el fotógrafo de la banda comienza a tomar instantáneas tras el quinteto desde distintos ángulos.
No hay marcha atrás y, sin descanso va el inmortal himno Metal Heart, otra vez con las poses clásicas de antaño de Accept. Incluye un solo de Mr. Smirnov de espaldas al público a base de tappings, el punteillo de Für Elyse coreado por todos sin instrumentos y el guitarra ruso a lo suyo, enardecido, tocando su mástil de arriba abajo llevándolo al límite, al tiempo que el humo inunda el escenario para un nuevo desenlace contundente detonando otra bomba nuclear.
Y la peña ya no podía parar y quería más y más, así que…suena la intro Hi De Hi Do Hi Da, de la canción popular alemana «Ein Heller und ein batzen» que se rompe con el grito chirriante de UDO que destapa una speedica Fast as a Shark a tope de revoluciones, recibida con los brazos en alto por todos y con un solo tocado a dos guitarras genial y fiel al original. Atronadora.
Para acabar, el pedazo cuerpo depilado y tatuado de gimnasio de Bill (menos mal que no me gustan los hombres, pero hay que reconocerlo: el chico se cuida) nos deleita con el punteo del Inspector Gadget a lo Hellöween, que da entrada, con iluminación azul, al Balls to the Wall, donde las guitarras se funden en un beso de mástiles y el solo de Andrey aquí sí es diferente al originario de Wolf. Antes de concluir, un último interludio a capela del público desencadena el final con la distorsión, volumen y eco hiper-saturados.
Mientras la gente pedía otra otra y otra insistentemente, se despidieron repartiendo púas, baquetas y saludando con gratitud a la congregación.
Una vez más es un honor para mí narrar la crónica de este pedazo de concierto, de casi dos horas de duración, de uno de los mejores vocalistas alemanes de heavy metal de la historia (con permiso de los super-clase Klaus Meine, Geoff Tate, Doro Pesch y Michael Kiske, cada uno en su registro, claro). En cuanto al resto de componentes del grupo ni son mancos ni se le quedan a la zaga. En fin, no sé cuantos años más durará este hombre ejemplar a este nivel sobre los escenarios pero, mientras siga así, allí estaré.
Larga vida, Salud y Rock’n’Roll, Sr. Dirkschneider.
Setlist RAVEN:
- Destroy All Monsters
- Hell Patrol
- All for One
- Hung, Drawn & Quartered
- Rock Until You Drop
- Battle March / Tank Treads (The Blood Runs Red)
- Faster Than the Speed of Light
- On and On
- Break the Chain
- Rock Bottom (UFO) / Symptom of the Universe (Black Sabbath)
- Crash Bang Wallop
Setlist DIRKSCHNEIDER:
- The Beast Inside (Death Row)
- Aiming High (RR)
- Bulletproof (O.O.)
- Slaves to Metal (O.O.)
- Another Second to Be (RR)
- Protectors of Terror (O.O.)
- Fight It Back (Balls)
- Can’t Stand the Night (Breaker)
- Amamos la Vida (O.O.)
- Stone Evil (Death Row)
- Hard Attack (Predator)
- Love Child (Balls)
- Objection Overruled
- X-T-C (Eat the Heat)
- Russian Roulette
- Princess of the Dawn (Restless)
- Metal Heart
- Fast as a Shark (Restless)
- Balls to the Wall