ROTTING CHRIST + CARACH ANGREN – SALA SALAMANDRA, HOSPITALET (BARCELONA) – 07/02/2018
Death and roll
Putada y de las gordas para una banda de metal coincidir en fecha y lugar con la banda más poderosa del género, a buen seguro que parte del público de ROTTING CHRIST y CARACH ANGREN estaban viendo el bolo de los de San Francisco. Yo mismo me perdí a la banda que abría la velada, los franceses SVART CROWN, por acercarme al Sant Jordi a saludar a camaradas que venían de fuera al multitudinario evento. Por los pelos llegué a la Sala Salamandra justo cuando empezaba el show de los blackers holandeses CARACH ANGREN, el cual empezó 5 minutos antes de lo previsto. A pesar de la citada coincidencia con el concierto de METALLICA la sala completó casi medio aforo siendo bastante generoso.
El evento se presentaba en formato de doble cartel más telonero aunque visto lo visto más pareció un concierto de los aguerridos helenos ROTTING CHRIST con dos bandas de acompañamiento pues el bolo de CARACH ANGREN fue bastante decepcionante, black metal de opereta, saturado de teclados, sin garra, sin mala hostia, un rollo muy teatral con un cantante que no paraba de recorrerse el escenario y un teclista puesto en primer plano con un teclado que se movía como una especie de mini grúa que llevaba una calavera enmedio (oh, que miedo). Soy de la opinión de que el black metal tiene que agredirte, darte mal rollo, que para eso es música extrema, pero estos tipos daban más risa que otra cosa. Black metal adolescente para fans de CRADLE OF FILTH. Olvidables.
ROTTING CHRIST
Lo de ROTTING CHRIST fue otra cosa, se notó mucho el contraste entre una banda y otra, RC son cuatro tiarrones bien plantados en el escenario, más sólidos que las columnas del Partenón, sin corpse paint ni hostias, con sus greñas y sus barbas, una banda con ya más de 30 años de carrera que se ha ganado a pulso el reconocimiento y el respeto de la comunidad metalera viniendo de un país como Grecia con tan poca, a priori, tradición heavy.
Bolazo conciso, breve (una hora justa), directo y al grano. Apenas recurrieron a su último lanzamiento de estudio “Rituals” (2016) del cual apenas tocaron dos temas: “Elthe Kyrie” y “Devadevam”, ¿el resto?, clásicos de su discografía como “Transform all suffering into plagues”, “Demonon vrosis”, “Grandis spiritus diavolos”, “The sign of evil existence” o “Non servium” con la que se despidieron. Lo dicho, gran bolo el de RC, una banda que aunque ha experimentado con varios estilos manteniendo su sonido Death Metal hoy en día suena más poderosa, ruda y macarra que nunca en una evolución que recuerda a la de DARKTHRONE, no tan veloces pero más certeros y con ese puntito MOTÖRHEAD que tan bien sienta. Pueden estar tranquilos los fans de la banda de los hermanos Tolis, únicos miembros que quedan de la formación original, pues queda ROTTING CHRIST para rato.