SONISPHERE 2011 – GETAFE OPEN AIR – VIERNES 15/07/2011
Aunque este año MetalCry.com no haya podido disfrutar del Sonisphere todo lo bien que hubiera sido deseable y os tengamos que ofrecer nuestras impresiones a estas alturas de la película, sentimos una gran necesidad de hacerlo por el compromiso que hace años adquirimos con vosotros.
Mi aventura en el festival madrileño comenzaría el viernes noche un rato antes de que los poderosos Arch Enemy saltaran a las tablas del “reformado” festival, pero antes de comenzar con el tema principal de estas líneas me gustaría remarcar la gran labor que ha llevado a la organización a mejorar la calidad del festival en líneas generales.
Para empezar, este año hemos disfrutado de todos los conciertos en un único escenario central (aunque hayamos tenido el mismo recinto con alguna modificación puntual), lo cual ha evitado que la gente se haya tenido que mover en masa al finalizar cada uno de los conciertos como ya viéramos en la pasada edición.
Por otro lado, según datos oficiales en el festival hemos metaleado más de 40000 almas, lo cual supone un movimiento atroz de gente y que se hayan tenido que adoptar medidas correctoras como esas alfombras de césped artificial que evitaron en la medida de lo posible, las grandes polvaredas que se formaron el año pasado en conciertos como el de Slayer donde este servidor salió con la garganta poco menos que llena de polvo.
Aunque no pudiera presenciarlo, a primeras horas de la tarde, la organización tuvo a bien rociar las primeras filas a través de una gran manguera lo cual hizo que los conciertos fueran bastante más llevaderos.
No podemos olvidarnos de esos túneles específicamente pensados para refrescarse, esas gradas bastante bien posicionadas sin molestar al gentío y dos barras que estuvieron atestadas en todo momento pese a que un año más los precios hayan sido de todo menos populares.
Si atendemos al “alojamiento”, podemos decir que en esta edición el trato humano del camping y las características de este han sido mucho más que aceptables, la disposición de duchas y lavabos aunque como siempre haya sido insuficiente, ha estado bastante a la altura de las necesidades de este año y creo que para el año que viene con poco más que se haga podremos estar muy a gusto, sobre todo disfrutando de ese fantástico pinar, de sombra constante todo el día.
En la parte negativa y a mejorar dos puntos importantes: La imposibilidad de salir del recinto a aquellos con entrada individual. Una faena enorme dado que mucha gente había ido un solo día pero contaban con amigos de ambos días de festival o cualquier otra circunstancia de necesidad… Imcomprensible. Y segundo, que la apertura de puertas se retrasara hasta media hora antes del comienzo de los conciertos, lo cual hizo que se formara un auténtico tapón a la hora de la actuación de HAMMERFALL el sábado.
Antes de empezar con los grupos que tuve la oportunidad de disfrutar, voy a hacer un pequeño resumen de lo que aconteció en el festival antes de mí llegada bajo impresiones recogidas por algunos amigos:
BULLET
Como siempre los Bullet estuvieron fenomenales presentando ese bombazo titulado “Highway Pirates” que han sacado en este 2011, un grupo lleno de actitud llamado a recoger el testigo de grupos como Accept en un futuro no tan lejano.
ANGELUS APATRIDA
Después llegarían los albaceteños Angelus Apatrida, y no me hizo falta ni escuchar un solo comentario para saber que su concierto se merece un diez, como he podido comprobar en varias actuaciones del presente año; defendiendo el thrash metal a capa y espada y dejando el pabellón nacional excesivamente alto.
VALIENT THORR
Valient Thorr seguramente debido a ser los grandes desconocidos del festival, gustaron mucho aunque la gente no estuviera totalmente volcada en ellos; personalmente en la última edición del Hellfest se marcaron un bolo de altura en el que el vocalista y líder de la formación no cesó de corretear ni un segundo por todos lados.
GOJIRA
Según todos mis compañeros, los claramente vencidos del festival fueron los francos Gojira, pese a que su espectáculo fuera un cañón como nos vienen acostumbrando, pero la gente no supo apoyar este tipo de formación como se merece y su concierto quedó bastante desprotegido.
SOBER
No así como el de los también patrios Sober, que disfrutaron de una posición privilegiada en el cartel (si lo comparamos con el año pasado) y supieron exprimir al máximo sus temas más clásicos, no así como su nuevo disco que en general pasó bastante desapercibido.
ARCH ENEMY
En estos momento yo ya había entrado en el festival después de recoger la pulsera e intentar hacerme un hueco para recibir a los Arch Enemy, y mi sorpresa vino con la larga espera a la que nos vimos sometidos (repercutiendo como es obvio en el set list) hasta que a la banda le dio la gana, o en su defecto les dieron permiso para salir a descargar su directo; basado en la presentación de su nuevo “Khaos Legions”.
No puedo decir que fuera un buen concierto porque de todas las veces que los he visto esta ha sido sin duda alguna la peor, con un sonido que realmente no les benefició y una guitarra solista excesivamente alta que no paró de taladrarme la cabeza en los apenas cuarenta y cinco minutos de actuación de los death metaleros.
Si a todo esto le sumamos que durante el “Yesterday Is Dead and Gone” no escuchara para nada la voz de la señorita Gosow, podrán haceros adivinar mi descontento general con respecto a la actuación que únicamente consiguó venirse arriba en lucidos instantes asociados a “Revolution Begins” (segundo corte del concierto) o los míticos “We Will Rise” o “Nemesis”.
SLASH
Ni que decir tiene que el verdadero aliciente dentro de lo poco que iba a disfrutar de esta jornada del Sonisphere, era ver el directo de Slash tras haber poco menos que devorado su último trabajo.
El guitarrista ofreció la mejor actuación de las tres que pude ver y de seguro de toda la jornada del viernes, rindiendo a un nivel muy alto tras haber adelgazado una burrada de kilos y encontrarse en una forma física asombrosa para su edad y nivel de vida, y mucho más importante; contar con una banda increíblemente buena.
El primer general de Slash en el directo sería Myles Kennedy, el cual goza de una voz completamente prodigiosa en todas las tesituras, cantando sin forzar su voz todos los temas al más puro estilo Axl de hace años, disfrutando tanto en las partes más melódicas y agudas como en los rítmicos más graves; una verdadera fiera.
El concierto de la noche; se basó en doce temas aprovechando el tirón mediático de los todavía activos Guns & Roses, temas en los que por cierto el vocalista no tiene nada que envidiar al propio Axl como he dicho más arriba y que me hacen pensar en cómo sería volver a ver a Slash, acompañado del excéntrico vocalista original de su antigua banda como Adler y compañía, teniendo en cuenta lo que vivimos en Getafe aquella noche.
El concierto comenzaría con “Ghost”, aunque no sería realmente hasta la tercera “Nightrain”, la que verdaderamente nos hiciera alucinar, o por ejemplo una soberbia interpretación del Civil War en la que nos faltó ver a Myles con un corazón en el puño.
De lo mejor del concierto bajo mi humilde opinión sería “Nothing To Say”, antes de que volvieran a echar mano de la artillería pesada e infalible, interpretando como quien no quiere la cosa; “My Michelle”, “Sweet Child O Mine” (de un feelling increíble) y “Paradise City” completamente espectacular pese al poco dinamismo de una banda que dejaban que el vocalista campara a sus anchas como si con ellos no fuera la cosa.
Muy satisfecho recuerdo este concierto como uno de los mejores directos que he podido disfrutar por el momento este 2011, creo que quedaron pocos cabos sueltos aunque si muchas cosas que hubiera estado bien escuchar y que no me voy a poner a enumerar porque no acabaría de escribir en un buen rato.
THE DARKNESS
Unos que más que otra cosa se lo pasaron pipa en el festival, fueron los recientemente reunidos The Darkness, que salieron básicamente a pasárselo bien ofreciendo un show clásico que en otras circunstancias y con otro enfoque, hubiera sido magistral aunque a mí me pareció bastante penoso; de hecho más que disfrutar del concierto recuerdo que pasamos toda la duración del mismo haciendo el tonto los unos con los otros entre el ir y venir de Justin Hawkins, al que la rehabilitación le ha sentado físicamente de maravilla, aunque en otros aspectos no tanto.
El show estuvo repleto de excentricidades y el vocalista dejó en ridículo a toda la banda en determinados momentos totalmente fuera de lugar, aunque claro, era una reunión muy esperada y todos teníamos unas ganas impresionantes de asistir a este concierto, lo cual hace que realmente no pueda ser tan crudo con ellos, como realmente sería en otro tipo de circunstancias al haber visto un concierto así (espero que el siguiente sea mucho mejor si podemos repetir…).
Pero bueno, supongo que todo esto es fruto del carácter de Justin así que ni por esas debería decir que fue un mal concierto, ya que recuerdo las sonrisas del final en la lluvia de confeti mucho más fuertes que esa sensación de joder que grima da este hombre en el directo por mucho que sea su forma de ser.
El concierto comenzaría bastante pasadas las dos de la madrugada con el notable cansancio en nuestras espaldas (y eso que no había podido asistir al resto de los conciertos), marcándose una intro instrumental sin florituras y de su puño y letra, para dejarnos una hora y poquito de concierto en el que su “Permission To Land”, acaparó todo el protagonismo del concierto (con permiso del excéntrico vocalista).
No sé si será casualidad pero el tema con el que más disfruté de todo el concierto sería la guinda que nos presentaron a través de “Love on the Rocks with no Ice”, con la que realmente sí que disfruté y conseguí perdonar un poco a la banda.
En verdad espero que el próximo disco sea un bombazo y den una vuelta de tuerca a su directo para no provocarme esa sensación tan mala que tuve en esta ocasión.
Autor: Javier Fraile