The Baboon Show + The Capaces – Jimmy Jazz-Vitoria/Gasteiz (13-10-2018)
La gira de “Radio Rebelde”, el último trabajo de los suecos THE BABOON SHOW, está siendo extensa. En la banda se caracterizan por querer tocar en multitud de sitios y situaciones, y eso se puede comprobar en la multitud de nuevos y viejos seguidores que arrastran. Este pasado sábado tuvimos la oportunidad de comprobar, otra vez, su enérgico directo, en la Jimmy Jazz de Vitoria/Gasteiz, dentro de la serie de conciertos por el norte del territorio.
Cita no elegida por casualidad, ya que, sorpresa de última hora, nos sorprenderían con un segundo pase, esta vez al mediodía y dedicado a los más pequeños de la casa. Si se quería echar el día en Vitoria, ya ibas a tiro hecho.
Como antes comentaba, la banda ya cuenta con su legión de fans, “The People´s Republic Of The Baboon Show”, siendo una de las más activas, precisamente, la perteneciente a la zona de Euskadi. Esto viene a cuento porque, en ambas sesiones, niños y adultos, pudimos comprobar que asistieron una buena parte de los mismos personajes; pero es que estos mismos, venían de ver a la banda prácticamente la noche anterior en Pamplona.
Para la ocasión, y acompañándolos en buena parte de la gira, pudimos disfrutar de THE CAPACES, potente y acelerada banda afincada en Cataluña, y que cuenta ya a sus espaldas sobre la veintena, que nos presentaron “Rawness” a través de la desgarrada y característica voz de “Martillo”.
Frente femenino en toda regla, el cual tuvo la tarea de animar una noche (y buena parte de la mañana) que se presentaba caliente en todos sus aspectos, ya no sólo por el sold-out a casi un mes de la fecha, sino también por los 23 grados de temperatura exterior, ayudaron a tener una experiencia más que pasada por agua.
De la sesión de la mañana tan sólo daremos dos pinceladas, aparte de que acudimos como meros espectadores atraídos, mitad fan, mitad por la iniciativa, y en la que pudimos disfrutar de un vermut más animado que de costumbre. Por allí pululaban niños con padres, madres, tíos, tías, etc… , algunos cargando incluso con guitarras hinchables en una Jimmy que se convirtió en una enorme sala de juegos. Tan sólo comentar que en esa sesión los niños tenían que correr con todo el protagonismo, así que les situó en primera fila, y unos THE BABOON SHOW, cercanos en todo momento con ellos, les dejó con cara de alucine. Para el recuerdo, dos imágenes. La de una niña pequeña chupando una gominola mientras disfrutaba del grupo en brazos de su padre, y otro niño que, alentados por sus respectivos, hacía el gesto de los cuernos con su manita. Todo un deleite visual.
La cita en la Jimmy Jazz había agotado sus entradas casi un mes antes, así que la ocasión se preveía sofocante. Quién haya probado una situación parecida en Vitoria/Gasteiz lo habrá podido comprobar. Tras una entrada ordenada en la que nos lo tomamos con calma, saldrían en breve THE CAPACES.
Era la última noche de los catalanes acompañando a THE BABOON SHOW. El grupo contaba con la premisa de ofrecer un show, cuanto menos, adrenalítico. El punk & roll que practican daba pie más que de sobra para ello. Tanta sensación no colmó nuestras expectativas. Cierto es que sus miembros derrochaban actitud por los cuatro costados, en una actuación en apariencia rapidísima por el ritmo vertiginoso de sus temas y que la disfrutamos como el que más. Martillo, la front woman tiene garra, y eso bien que lo demostró.
La única pega que le podemos achacar es que, comprobadas imágenes de días anteriores, la banda no imprimió la energía que se esperaba. Aunque se suplió con afecto. Cariño desbordante que repartió entre los asistentes, no obstante, una primera fila llena de fans se encargó de agradecérselo. Mantener un ritmo tan alto durante tantas noches agota, y eso es comprensible, si a eso le añadimos que era la última cita con su baterista, del cual se despedían, el cúmulo de sentimientos dio lugar a lo que pudimos disfrutar: “Scarwoman”, “Ready to lose” y “Black Dhalia” (estos últimos pertenecientes a “Rawness”). El punto de color vino con una versión de MC5, “Poison”, temas que iban engranando entre chupito y chupito.
THE CAPACES, cuando nos quisimos dar cuenta, pasaron como un suspiro, y nos faltó ese punto de atrapar aunque hubieran sido, un par de temas más, tanta energía como le imprimen te acelera, despidiéndose con “For good” y preparándonos para coger posiciones frente a la máquina sueca.
THE BABOON SHOW, es difícil no haberlos visto, bien en sala, festival o si me apuras, en cualquier pueblecito perdido por nuestro mapa. El combo formado por Cecilia, Frida, Hakan y Niclas funciona como un reloj. Personalmente les descubrimos en Barcelona, y nos atrajeron por el hecho de poder congregar a tanta gente a eso de las cuatro de la tarde. Actitud más bien les sobra. Tampoco han inventado la pólvora, pero lo que hacen lo hacen muy bien. Actitud, mensaje y energía, eso sería un buen resumen.
Para los que nos habíamos acercado por la mañana a la sesión de niños, se nos cayó parte de la sorpresa, ya que el repertorio, salvo algún tema añadido, fue transcurriendo prácticamente en el mismo orden, una pena, pero disfrutada por dos.
Tras unos cuantos comentarios con la gente congregada en primerísima fila, contando experiencias de haberlos visto en pasadas ocasiones empezó a sonar un tema de los Judas Priest, seguido por una oscuridad en el escenario que serviría de entradilla a los BABOON. Entrarían en orden, siendo la última en hacerlo, la explosiva Cecilia. Al ritmo de “You get what you get” fueron cayendo, literalmente, cervezas que fueron regando, tanto interior como exteriormente, a todas las almas que allí estábamos concentradas.
Gargantas desgarradas con el tema que da nombre a su último trabajo, “Radio rebelde”, también repetidas incluso con más emoción en “Holiday”, puños en alto incluidos. Llegó un momento de tanta tensión por el ritmo que iban adquiriendo temas como “Dig on” o “Same old story”, que, cuando nos quisimos dar cuenta de que Cecilia, se había arrojado a un público que la llevó en volandas por toda la sala, ella ya casi estaba de regreso subiéndose al escenario.
Con tanta energía desplegada, hubo un pequeño parón en el que Hakan prestó sus voces mientras Cecilia desaparecía, aunque no supuso ningún cambio de ritmo. Los suecos saldrían incluso en otras dos ocasiones al escenario, cambio de vestuario de su cantante incluido, tras las gargantas desgarradas al son de “beste bat, beste bat…..!” (Bastante gracioso como la banda empezaba algún tema tras el “bat, bi, iru….”. Un tremendo “Heidi Heidi ho ho”, y casi con ritmo militar, sirvió para la despedida en lo que fue una frenética y calurosa noche que se nos pasó en volandas.