THE QUIREBOYS – KAFE ANTZOKIA, BILBAO – 10/05/2013
Energía y carisma sobre las tablas
El pasado viernes 10 de mayo tuve la oportunidad de disfrutar, dentro de su gira por el estado, del concierto que los británicos The Quireboys dieron en el Antzoki de Bilbo. Con unas expectativas no muy positivas sobre la cantidad de público que asistiría, debido al amplio abanico de eventos. Aún así la sala se encontraba cuando yo accedí en unos tres cuartos de su aforo, pudiendo observar que la media de edad de los asistentes era entorno a los treinta y tantos, algo nada extraño si recordamos que The Quireboys nacieron hace 29 años.
A las 10 en punto, aparecía ante nuestros ojos esta formación de lujo, interpretando de un tirón para calentar motores temazos del nivel de “Tramps & Thieves”, “There She Goes Again” y “Misled”. El concierto daba comienzo con muy buen sonido y una presencia en escena propia de una banda de semejante categoría, que con sólo tres temas ya tenía al público comiendo de su mano y disfrutando de esta maravillosa y veterana banda de Rock & Roll.
El repertorio de esta nueva visita a Bilbo se basa en grandes éxitos de toda su carrera, con lo cual el resultado positivo del espectáculo esta prácticamente garantizado, por eso no es de extrañar que al escuchar los acordes de “Roses & Rings”, la locura colectiva se hiciera más que patente. Con los rostros rebosantes de felicidad, cantamos al unisono el pegadizo estribillo de “Wippin Boy”, y la entrañable “Mona Lisa Smiled”, que despertó los sentimientos más tiernos del público, seguido escuchamos con la mirada muy atenta el tema más nuevo del repertorio, “Too Much Of A Good Thing”.
La banda de Londres se muestra en todo momento muy enérgica sobre las tablas, el carismático frontman Spike ha sabido rodearse de grandes músicos, que a mi parecer, le dan al grupo nuevas ideas. Así que no hay más que rendirse ante la evidencia cuando uno está ante profesionales de esta talla, entre los que podemos destacar a los grandiosos Keith Weir al teclado/piano o Guy Griffin, que no paró de moverse y realizar ayudas en los coros. El vocalista Spike con su actitud en escena entre Mick Jagger y Axel Rose, interactuaba constantemente con el público, invitando a corear o aplaudir cada tema. Prueba de ello fue lo acontecido en “Hey You”, donde todo el recinto se dejó la garganta cantando el estribillo. Poco a poco va pasando el tiempo y la sensación de que la recta final del show se va acercando, “7 O´clock” es el siguiente en hacerlo dejando el camino despejado para que la mítica y rítmica “I Don´t Love You Anymore”, irrumpiera como un huracán, donde Paul Guerin se marcó buenos solos de guitarra.
Nadie quería irse sin los bises de rigor, así que la banda mostrando su satisfacción por la calurosa acogida del público regreso al escenario para interpretar “I Love This Dirty Town” y para acabar “Sex Party”, puso el broche de oro a una gran noche de Rock & Roll, quizá algo breve pero muy intensa. Los británicos volvieron a demostrar su enorme calidad y su formidable profesionalidad. Una vez más, quedo patente la grandeza del Rock.