TIERRA SANTA – Noche de Reyes. Sala Entreviñas, Aldeanueva de Ebro (La Rioja), 05/01/19.
Primer concierto del año, pero casual, ya que en principio se había programado para unas semanas antes, pero un problema de salud de su cantante, les impidió estar en la primera fecha de los tres conciertos del 20 Aniversario que han dado.
Así que una vez reasignada para la noche de Reyes en La Rioja, era el momento de comenzar el año musical con un grupo ya veterano y que sigue arrastrando a un público fiel, que si bien no se llenó la magnífica Sala Entreviñas, si que hubo una entrada más que aceptable para crear ese ambiente de celebración necesario.
Ellos solos, sin teloneros, ni nada artificial, sólo música y un gran repertorio, que descargaron en casi dos horas y media, sin apenas mediar palabra. Y es que dejaron que la música fluyera, y que el pasado y el presente se juntaran comenzando por “Tierras de Leyenda”.
El sonido estaba un poco alto, pero se fue adecuando paulatinamente según iban transcurriendo temas como “El Laberinto del Minotauro”, o “Sangre de Reyes”, “Indomable”, Caín”, o “La Leyenda del Holandés Errante”.
No daban tregua en ningún momento, apenas unos segundos de respiro entre tema y tema, pero lo suficiente para poder respirar o acercarse a la barra a tomar algo.
Ángel San Juan a la voz y guitarra, una vez recuperado de su dolencia, se le ve con ganas y lo transmite, pese a que , como hemos dicho antes, entre tema y tema alguna que otra presentación y poco más, que son muchos temas. Se les ve que están preparados para ello, ya que “Otelo”, “Nerón”, “Pegaso”, “Donde moran los malditos”, temas que sonaron y que se puede decir que estaban haciendo ese repaso a los 20 años de historia del grupo de una manera hasta sorpresiva. Empezábamos a ver que quizás algún tema clásico no iba a entrar en el repertorio de esta noche.
Roberto Gonzalo y su particular forma de tocar y estar en el escenario, se veía complementado muy bien con David Carrica a la batería, quien da un buen complemento y aportación al espectáculo. Quizás el más tapado sea Juanra San Martín a los teclados, pero no por ello hay que obviarle, ya que está al fondo y da la cohesión y la intimidad necesaria en varios tramos del concierto, además de aportar esa pequeña parte épica que tienen en algunas canciones, especialmente de las de hace unos años.
Y por último Dan Diez, el productor, que también se sube al escenario y que le da un toque distinto al que le daba en su día Arturo Morras a la guitarra. La frescura que aparta y el manejo del instrumento, además de verle disfrutar en el escenario, hacen que se le vea desde el primer momento un componente afianzado de TIERRA SANTA.
“Moby Dick”, “El Azote de Dios”, “Juana de Arco”, “La Momia”, son temas que iban sonando y que seguíamos metidos en el concierto. Su tiempo extenso, no impide que cuando uno está a gusto, disfruta con lo que suena y participa de ello.
Tras “Rumbo a las estrellas” hicieron el primer parón, que ya hacía vislumbrar que se acercaba el final del concierto. Pero volvieron con “Fuego en el paraíso” o la coreada “Alas de Fuego”. “El Bastión del diablo” o uno de sus himnos como “Legendario”, de su disco del mismo título de, hace ya 20 años, nos trasladaban al pasado y a la vez actualizaban el tema en el presente.
Tras tocar “Drácula”, amenazaron con irse, pero faltaban dos temas esenciales en sus conciertos y que no pueden faltar, su clásico “La canción del pirata” sonó de manera brillante por parte de todos.
Y como todo principio tiene un final, la despedida no podía ser de otra manera que tocando su tema, “Tierra Santa”, con el que ya si que si, se despidieron, tras el saludo al respetable, reparto vario de material y por supuesto la foto que deja constancia de una gran noche conmemorativa en su tierra, en La Rioja. Grandes aplausos y un concierto a la altura de lo esperado.
Si que faltó algún tema como pudiera ser “Medieval”, pedido por algunos asistentes en ciertos momentos, pero no se puede contentar a todos y tras casi 150 minutos de actuación, ya era hora de volver a casa.
Agradecer a la Sala Entreviñas de nuevo las facilidades prestadas y saludar a Sanda, Luis, el alikate de Javi y a Silvia, Angela y demás por haber hecho que la noche de Reyes fuera muy musical.