Crítica
Decir ALHANDAL es decir Música, pero Música como idea general y con mayúsculas, porque se trata de un grupo al que ninguna etiqueta consigue definir, tanta es la variedad de sonidos que nos ofrecen. La banda se formó en Málaga en 2009, y desde entonces llevan haciendo música, en cada momento la que les apetece, sin cerrarse ninguna puerta y sin renegar de ninguna influencia. Haciendo la canción que les pide cada momento y cada estado de ánimo.
En “Donde empieza el tiempo” el grupo nos presenta doce nuevos temas en los que se pasean tranquilamente por el Rock andaluz, el Metal Progresivo y lo que les echen, dejando que las raíces flamencas de su tierra se noten también gracias a unos pasajes en los que la guitarra española y las palmas forman parte de canciones cargadas de matices. Así, la caña y la melodía, la rabia y la sensibilidad se alternan para demostrarnos que la música es mucho más que etiquetas, que la música es sentimiento y que muchas veces, para disfrutarla, solo hace falta dejar los prejuicios a un lado y disfrutar.
El disco empieza con “Conjura”, una tranquila intro que, suavemente, nos mete en el sonido del álbum, con la guitarra sonando por encima del leve murmullo de las olas. Este tema nos lleva hacia “Perder el norte”, una canción de sonido netamente rockero, en la que Yiyi canta sobre un punteo de guitarra que nos hace mover la cabeza casi sin querer. No es una canción especialmente cañera, pero es muy resultona, con un sonido muy reconocible y bien integrado entre todos los músicos.
Con cierta potencia arrancan los primeros compases de “Azul y sal”, que, sin embargo, rápidamente se desarrolla dentro de los parámetros del Rock andaluz, con unas palmas, a cargo de Julia Rodríguez, que acompañan a la voz de Yiyi, que canta con mucho sentimiento.
“Jardín del sur” es una canción en la que el grupo se mueve en tesituras mucho más comerciales, con una melodía muy fácil de escuchar y un estribillo pegadizo que sonará en nuestra cabeza casi sin darnos cuenta. Es una canción con la que ALHANDAL pueden llegar a un público mucho más heterogéneo de lo que se podría esperar.
Como un medio tiempo empieza “Ecos de un tiempo”, tema en el que colabora Trinidad Jiménez tocando la flauta y la mandolina. Es otra canción con un estribillo que puede funcionar muy bien en directo, muy comercial y muy bien construido.
“La trampa del ayer” empieza de manera muy intensa, dentro de parámetros más rockeros, con la guitarra de Juan siendo la verdadera protagonista en los primeros compases. Después, cuando Yiyi empieza a cantar, el tema se desarrolla con mucha fluidez, lo que hace que sea una canción muy agradable de escuchar, con mucho sentimiento. Destaca la aportación de Loly Lorenzo a los coros.
Algo más de caña escuchamos en “Mentiras de verdad”, un tema más o menos progresivo, que, con su letra crítica y reivindicativa, nos muestra a unos ALHANDAL más cañeros y, sobre todo, mucho más comprometidos con la realidad.
Llegamos entonces a lo más llamativo de este disco: “La fábula de los vientos”. ¿Y qué es “La fábula de los vientos”? Pues ni más ni menos que cinco temas diferentes, pero que unidos forman una unidad cohesionada, casi como un “disco dentro del disco”, en el que ALHANDAL demuestran su versatilidad como músicos.
“La fábula de los vientos” empieza con “Ritual de la pena”, un tema instrumental muy tranquilo, con la guitarra de Juan como total dominadora de sus compases; se trata de un tema cargado de sentimiento que expresa mucho más de lo que podría parecer a simple vista.
Continuamos con “Dueña de mi despertar”, en la que vuelve a colaborar Loly Lorenzo a los coros. En este tema el grupo se deja llevar por sus raíces andaluzas, con palmas y guitarras españolas arropando la voz de Yiyi en una canción tan sorprendente como bien construida, con un estribillo muy comercial y efectivo. Una canción así podría sonar igualmente en un programa de radio especializado en Rock que en una de esas emisoras que vetan, abierta o subrepticiamente, el Rock y el Metal.
El siguiente tema de este “disco dentro del disco” es “Danza de los vientos”, un extenso tema instrumental en el que los sonidos árabes o las flautas suenan junto a la guitarra eléctrica o la batería, dando lugar a un resultado final sorprendente, con unos cambios de ritmo muy expresivos.
Seguimos con “La última vez”, un tema de arranque misterioso, casi como si fuera la banda sonora de una peli de fantasía, justo antes de que Yiyi empiece a cantar con mucho sentimiento una letra romántica para una canción tranquila y fácil de escuchar en la que, sin embargo, hay también algunos pasajes de cierta intensidad.
“La fábula de los vientos” termina, y con ella, “Donde empieza el tiempo”, con “Canción del retorno”, una larga canción tranquila y cargada de sentimiento, que supone un perfecto colofón a este disco.
Después de escuchar este disco, ¿podemos etiquetar o encasillar a ALHANDAL? Yo creo que no, a no ser que los etiquetemos simplemente como un grupo que hace música, y desde luego en este “Donde empieza el tiempo” hay mucha música, una música que hay que escuchar y disfrutar sin prejuicios y con tiempo para saborearla y descubrir los muchos matices que se introducen en estas canciones.
Hay que dedicarle más esfuerzo que a otros discos, pero vale la pena. Disfrutadlo.
Tracklist:
1- Conjura.
2- Perder el norte.
3- Azul y sal.
4- Jardín del sur.
5- Ecos de un tiempo.
6- La trampa del ayer.
7- Mentiras de verdad.
8- La fábula de los vientos – Ritual de la pena.
9- La fábula de los vientos – Dueña de mi despertar.
10- La fábula de los vientos – Danza de los vientos.
11- La fábula de los vientos – La última vez.
12- La fábula de los vientos – Canción del retorno.
ALHANDAL son:
Yiyi Vega: Voz.
Juan Zagalaz: Guitarras.
Francisco Nieto: Bajo.
Carlos Núñez: Batería.
Germán Villén: Teclados.