Crítica
DORMANTH son una banda procedente de Bilbao que se formó en 1994, cuando sacaron su demo “Sadness”. Después de eso, un disco, un split… y un parón de veinte años hasta que en 2015 volvieron a la carga. Desde entonces nos presentaron un disco en 2016, “Winter comes”, un recopilatorio en 2017, otro disco, “IX Sins”, en 2018, y en 2019 el EP “Abyss”. Después de eso, en 2020, nos presentaron el single de “Fire” y, finalmente, su último disco, “Complete downfall”, grabado en los Chromaticity Studios con Pedro J. Monge, de VHÄLDEMAR. Y a este nuevo disco dedicamos esta review.
Frente a sus discos anteriores, de sonido más oscuro, más cercano al Death más clásico, en este “Complete downfall” nos encontramos con un sonido más melódico, más fácil de escuchar incluso, pero eso sí, cargado de contundencia y de potencia. Pero vamos a verlo con más atención:
El disco arranca con “Dreamcatcher”, un tema muy contundente, en el que, sobre un ritmo muy potente, se desarrolla una melodía muy reconocible de la guitarra. El sonido de la guitarra compite con la voz de Óscar por llamar nuestra atención en una canción que se nos quedará en la cabeza desde la primera escucha por la gran cantidad de matices que tiene y por la potencia con la que se desarrolla.
Seguimos con “Fire”, que, desde el primer momento, ya va dando caña. Es una canción que se va a desarrollar con mucha fuerza, con unas voces cargadas de agresividad, pero también con unas melodías muy conseguidas en las guitarras. El solo es muy llamativo, porque rompe un poco con el sonido general del tema.
Con un punteo muy melódico que suena por encima de un ritmo muy contundente empieza “Tragicomic day”, una canción que nos obligará a mover la cabeza casi sin querer. El trabajo de las guitarras es de lo mejor del disco, con unas melodías pegadizas y muy logradas.
Continuamos y vamos más allá de las puertas con “Beyond the gates”, una canción que es toda una explosión de potencia, en la que agresividad y melodía se dan la mano en un sonido muy compacto y, a la vez, muy contundente.
“Odyssey in time” empieza con una melodía muy reconocible y con mucha potencia, para luego desarrollarse de manera muy fluida, con las guitarras y la voz sonando de forma que sus sonidos se complementan de la mejor manera posible para conseguir crear una canción muy completa y conseguida, en la que, además, se introduce un cambio de ritmo un tanto desconcertante en el solo.
Una canción con la que se juega mucho con los cambios de ritmo es “The origin”, en la que el grupo da una lección de alternan diferentes ritmos para crear atmósferas distintas. Las guitarras suenan de manera muy logradas en todo momento.
De nuevo, potencia, cambios de ritmo y, sobre todo, agresividad y mucha melodía se combinan en “Dark times por the God’s creation”, una canción en la que la melodía se quedará en la cabeza desde la primera escucha.
“-273º K”, o sea, el cero absoluto. Ese es el título del tema siguiente, un interludio denso y oscuro que da paso a “Brainstorm”, una canción muy potente que se enlaza con el corte anterior de manera muy lograda. En este tema podemos encontrar unas voces muy agresivas que suena por encima de unas melodías muy pegadizas, de manera que encaja perfectamente con lo que podemos escuchar en el resto del disco.
Con algo de oscuridad empieza “Crystal bones”, una canción cargada de contundencia y de velocidad en su ritmo, lo que hace que sea una canción de desarrollo muy potente y furioso. Será una canción que puede funcionar muy bien en directo, precisamente por esa velocidad que tiene, aunque también se introducen unos cambios de ritmo muy interesantes. No obstante, en este caso parece que la voz de Óscar se oye menos que las guitarras, que son las verdaderas protagonistas.
El disco termina con “Bloody scars”, una canción de inicio denso y, a la vez, muy contundente, con la que el grupo resume muy bien el sonido de este álbum, porque es muy melódica a la vez que muy agresiva. De nuevo, las guitarras compiten con la voz para llamar nuestra atención, consiguiendo un sonido muy potente y también muy melódico, con mucha contundencia, pero también con un sonido casi “comercial”, al que ayuda el hecho de casi al final hay un pequeño cambio de ritmo justo antes de que el tema se vuelva a acelerar en sus últimos compases. Un buen cierre para este disco.
En resumen, mucha agresividad en las voces, unos ritmos rápidos y muy cañeros y, sobre todo, mucha melodía en las guitarras, es lo que encontramos en este nuevo disco de DORMANTH. Se trata de un muy buen álbum, pero con el que el grupo demuestra una evolución muy grande que les aleja de los sonidos más crudos de sus inicios. De esta manera, son once canciones muy conseguidas, cargadas de potencia, pero también de melodía, en las que ninguna destaca por encima de las demás de manera clara, aunque, desde mi punto de vista, “Dreamcatcher” y “Fire” sí podrían ser las que más puedan llamar la atención, por lo menos en una primera escucha.
Un disco que vale la pena escuchar… una y otra vez.
Track list:
1. Dreamcatcher
2. Fire
3. Tragicomic day
4. Beyond the gates
5. Odyssey in time
6. The origin
7. Dark times for the God’s creation
8. -273º K
9. Brainstorm
10. Crystal bone
11. Bloody scars
DORMANTH son:
Oscar Del Val – Voces, guitarras
Jokin Andrés – Guitarras
Isma Fernández – Bajo
Javi Martínez – Batería