Crítica
SKINEATER es una banda de Death Metal formada en Suecia allá por 2008 de la unión de músicos procedentes de otras bandas y con mucha experiencia, lo que da lugar a canciones de mucha calidad, en las que buscan dar rienda suelta a su brutalidad, aunque dejando espacio para introducir unas melodías muy trabajadas.
Después de algunos cambios en la formación del grupo, en la actualidad el grupo está estabilizado, lo que les ha permitido crear un primer disco, “Dermal harvest”, que sirve como carta de presentación para la banda. En él, SKINEATER dan forma a diez canciones verdaderamente salvajes y de mucha potencia, en las que notamos la calidad y experiencia de los músicos, y también la producción tan cuidada que presenta la grabación.
Lo primero que nos llama la atención de este álbum cuando lo tenemos en la mano es su portada, macabra, oscura y que nos remite a la violencia. Esa portada tan agresiva y a la vez tan expresiva captura perfectamente el concepto del que parte la música de SKINEATER, ya que desarrollan temas de mucha furia que nos pueden sugerir esa agresividad de la portada. Lo siguiente que nos resulta llamativo es esa cuidada producción de la que ya os había hablado.
El disco empieza a saco, con “He was murdered”, una canción que no da un momento de tregua, de ritmo endiablado y que tiene unas melodías de la guitarra que introducen una cierta densidad en determinados momentos. Es un tema que puede dar mucho juego en directo, haciendo que el público se vuelva loco.
Sigue la juerga con “Dismantling”, otra canción furiosa y de ritmo salvaje con la que el grupo da muchísima caña. La introducción de diferentes registros en la voz demuestra que SKINEATER quiere meter muchos matices en las canciones. Además, una serie de cambios de ritmo sirven para recuperar el aliento entre las diferentes partes de la canción, y nos permiten apreciar esos matices de la canción. El solo de guitarra, sin ser especialmente técnico, llama la atención por el contraste que supone con el resto del tema.
Con un ritmo menos salvaje que las canciones anteriores empieza “Your life is mine”, un tema con el que vamos a hacer headbanging desde el primer momento, con un riff fácil de reconocer. Muy pronto el ritmo se acelera, de forma que durante las estrofas la batería de Matte vuelve a ser una verdadera ametralladora. El estribillo de la canción es perfecto para que el público lo grite en los conciertos, haciendo que este tema sea uno de los que mejor van a funcionar en directo. El solo, bastante corto, es de lo mejor del álbum.
Con un riff denso que contrasta con la potencia de la batería empieza “Made of Godsick”, una canción de ritmo machacón y reiterativo en la que vuelven a introducir distintos registros de voz. Es una canción que se desarrolla de forma muy fluida, incitándonos a hacer headbanging al ritmo que nos marca la guitarra. Es un tema que, sin ser especialmente técnico, puede gustar a aficionados a diferentes estilos, porque es una canción variada en la que se notan diversas influencias.
Con una caña impresionante empieza “Through the empire”, un tema de ritmo muy potente y rápido, pero en el que la aportación de las guitarras completa mucho la de la voz, complementándose de forma ideal. Por su parte, la batería suena con una contundencia y una velocidad enormes, de forma que es un tema que parece mucho más corto de lo que es.
“Stab” empieza con un ritmo machacón y un riff fácil de reconocer, para, después de un rugido de Jörgen, desarrollarse con mucha fuerza. Sin embargo, la introducción de un cambio de ritmo a uno más denso demuestra que el grupo también sabe moverse dentro de unos parámetros diferentes a lo que sería simplemente la caña. De esta forma, se trata del tema más variado del disco, lo que hace que sea el que más puede llamar la atención en una primera escucha.
Tres golpes a los platillos y arranca “Drifting”, otra canción cañera y potente en la que las guitarras introducen una cierta variación frente a la caña que predomina. El estribillo puede dar mucho juego para que el público lo cante en los conciertos.
Con mucha potencia y un riff muy conseguido empieza “Thounsand dead faces”, una canción en la que la batería suena con una fuerza increíble, pero en la que además, se nota una cierta variación en los ritmos, enriqueciendo el sonido. La voz suena con mucha agresividad y furia, y las guitarras introducen unas melodías que contrastan con el resto del tema.
“Bring them” empieza con cierta densidad, con un riff repetitivo y machacón que suena por encima de la batería, justo antes de que el ritmo se acelere, de forma que el tema se desarrolla con mucha potencia. Hay momentos en los que la música parece una verdadera tormenta de sonido que nos taladra la cabeza.
El disco termina con “Solitude discord”, una canción que empieza con un ritmo endiablado, dejando claro que no nos va a dar tregua. Sin embargo, cuando Jörgen empieza a cantar el ritmo se vuelve más denso, para acelerarse durante el estribillo, ideal para que el público lo cante en directo.
Como vemos, “Dermal harvest” es un disco de debut más que digno, aunque en él no encontramos ninguna canción que sea un himno inequívoco del grupo, porque, de hecho, lo que se nota es una excesiva linealidad en el sonido de las canciones.
Está claro que SKINEATER tienen calidad, talento y buenas ideas, pero todavía tienen que buscar la forma de que todo eso dé lugar a unas canciones que los individualicen frente a los demás grupos del estilo.
Cuando lo consigan, no me cabe duda de que tendrán mucho que decir.
SKINEATER son:
Jörgen Ström: Voz.
Håkan Stuvemark: Guitarras.
Kari Kainulainen: Guitarras.
Stefan Westerberg: Bajo.
Matte Modin: Batería.
Track list:
1- He was murdered.
2- Dismantling.
3- Your life is mine.
4- Made of Godsick.
5- Through the empire.
6- Stab.
7- Drifting.
8- Thousand dead faces.
9- Bring them.
10- Solitude discord.