DWARVES, BURGER INVASION FEST – SALA APOLO, BARCELONA – 17/02/2018
The real punk
Extraña combinación la de este mini festival el cual conjugaba la presentación de una serie de bandas del estadounidense sello Burger records con la oportunidad de ver a los míticos DWARVES. Como suele suceder en este tipo de eventos que aglutinan a 6 bandas en sala (con su correspondiente limitación de horario) los conciertos empiezan a horas intempestivas para el Rockandroll. Nos plantamos a media tarde en la conocida sala de la Avenida Pararel a tiempo de disfrutar un rato de la interesante propuesta de WAND, recomendable banda que navega con soltura en las aguas de la psicodelia con un toque muy personal.
Tras el show de WAND asistí a una de las tomaduras de pelo más grandes que he presenciado con el bolo de THE GARDEN, dos pimpollos que iban rotando sus instrumentos y dando volteretas y saltitos sobre el escenario mientras sonaban multitud de sonidos pregrabados, nada más que comentar.
Poco público desgraciadamente asistió al festival, tras el concierto, por decir algo de THE GARDEN empezaron a aparecer por allí algunos fans de DWARVES, muy pocos, y en las primeras filas se creó algo de ambiente pero era darte una vuelta por allí y comprobabas la poca respuesta que había tenido el evento. DWARVES empezaron allí mismo, delante de todos a preparar sus instrumentos, afinarlos y… ¡probar sonido!. Desconozco las causas de esta situación pero conociéndolos no es de extrañar que no se presentasen a la prueba de sonido.
Dada la poca concurrencia no había ningún problema en colocarse en primera fila y esto es lo que hice, justo delante de mi admirado Nick Oliveri (KYUSS, QUEENS OF THE STONE AGE, MONDO GENERATOR) quien desde hace un tiempo ocupa el puesto de bajista en la banda del sin par Blag Dahlia. La presencia de Oliveri, un tipo con un gran carisma escénico, compensaba en parte el hecho de que no viniera con ellos Hewhocannotbenamed, su icónico guitarrista que acostumbra a actuar total o parcialmente desnudo y con una máscara de luchador mexicano. Quizá por no poder salir de su país, quizá porque no le daba la gana, quien sabe, los DWARVES son así.
¿Y el bolo?, pues una absoluta locura, se despacharon veintipico temas en poco más de 45 minutos, himnos del punk rock más gamberro y degenerado que descargaron sin piedad: “Get up & get high”, “Sluts of the U.S.A.”, “Let’s fuck”, “I will deny”, “Fuck you up and get high”, “Forget me not” o “Astroboy” y tantos otros tocados uno detrás de otro sin apenas respiro, batería a tope de tupatupa, al trote también el bajo de Nick mientras Marc Diamond metía una maraña de guitarrazos y Blag se recorría el escenario soltando sus invectivas.
El público, aunque escaso, se las arregló también para montar algo de jaleo y se formaron algunos pogos pero uno no podía dejar de pensar en como será la experiencia de ver un show de DWARVES en una sala pequeña abarrotada. Al tiempo.