RICHIE KOTZEN – SALA SALAMANDRA, HOSPITALET (BCN) – 02/12/2012
«Rock de Autor» desde Pensilvania
RICHIE KOTZEN visitaba nuestro país en dos únicas fechas, Madrid y Barcelona, un músico que ha formado parte de proyectos como MR.BIG o POISON, pero que se le acostumbra a recordar más bien por su carrera en solitario que no por el peso de sus ex-bandas. Muchos reconocen su música como “Rock de Autor”, por lo personal e intimista de su propuesta, y la verdad es que no me parece nada mal esa etiqueta después de haberle visto en la Salamandra 1 de l’Hospitalet de Llobregat (BCN). KOTZEN se sube a un escenario y, como quien no quiere la cosa, sin apenas saludar al respetable, arranca su variada fusión de rock, jazz, soul y funk a la vez que canta con una facilidad espasmosa.
Richie Kotzen dejó al público con ganas de más
Bajo su inseparable sombrero, RICHIE se dedicó a acariciar su guitarra e ir desgranando perlas de su reciente trabajo “24 Hours” como “Bad Situation”, “Help Me” o el propio “24 Hours”, y es que el set-list se apoyó notablemente en ese último disco, dejando para el final la versión de BOB SEGER de rigor. Tampoco faltó algún hit de POISON, como el “Stand”, incluido en el álbum «Native Tongue», pero, curiosamente fue “Love Is Blind”, del nuevo disco, una de las que más hizo vibrar al público, animado por el mismo guitarrista a corear el estribillo. La verdad es que resulta un placer ver tocar a este hombre. En sus manos, tocar la guitarra y cantar parece tan fácil como hacer la o con un canuto. Sin púa que se precie, RICHIE KOTZEN hace sonar su guitarra con la delicadeza de los ángeles, como si la tocara con una pluma. Un guitarrista de esos que Dave Mustaine calificaría de “nenaza” porque no es la manera en que se debería tocar una guitarra según el líder de MEGADETH.
El bajista Dylan Wilson y el batería Mike Bennett completaban el trío
Opiniones al margen, hay que decir que el personal estilo de KOTZEN hizo las delicias de los presentes en Salamandra 1, que no paraban de alabarle y aplaudirle en todo momento. Con una buena entrada, la sala sonó como nunca, dejando para el recuerdo una actuación que se hizo corta para muchos, pero que al fin y al cabo dejó el listón muy alto. En formato de trío, cosa que aún confirió más intimidad a la velada, la banda se brindó miradas cómplices durante todo el show, que en ocasiones se tornaba pura improvisación. Despidiéndose tal como llegó: sin apenas inmutarse, KOTZEN dio por finiquitada su actuación en Hospitalet con “Going Faster”, después de haberse fumado un cigarrito y charlar distendidamente con su banda, en uno de los momentos más cómicos de todo el concierto.