Crítica
No estoy seguro, pero creo que nunca había escrito sobre un grupo griego, pero siempre hay una primera vez para todo, y me estreno con BIO-CANCER, un salvaje grupo de Thrash Metal procedente de Atenas, que, aunque activos desde 2010, este año nos presentaron su primer álbum desde 2015, “Revengeance”, que es ya el tercero en su haber y en el que mantienen la misma alineación que en “Tormenting the innocent”, su lanzamiento de 2015.
En “Revengeance” encontramos ocho canciones cargadas de furia y de agresividad, pero también de detalles a los que prestar atención, tanto en los ritmos, muy trabajados, con en las guitarras, a veces muy melódicas. Todo ello aparece envuelto en un artwork muy agresivo, obra de Dan Goldsworthy, que ha trabajado con gente como ACCEPT. La grabación ha corrido a cargo de George Emmanuel, con el que ya habían trabajado en su primer disco de larga duración, “Ear piercing thrash”, y la mezcla de Pette Rutcho, que trabajó con CRISIX en su “Full HD”. Pero vamos a verlo con más calma:
El disco arranca con “Citizen…Down!”, una canción que empieza con cierta oscuridad y un sonido que nos remite a bandas como SLAYER. Es una canción de ritmo muy rápido y contundente, pero, sobre todo, de melodías muy logradas en las guitarras y de voces muy agresivas y, por momentos, agónicas por la combinación de la voz de Lefteris Hatziandreou con los coros de Stavros Marinos y Gianni Lagoutaris.
¿Os apetece pasar una temporada en el infierno? Pues eso es lo que nos ofrecen en “44 days in hell”, un tema que empieza con una breve y oscura intro, para luego desarrollarse con mucha potencia. De nuevo, la combinación de las diferentes voces resulta de lo más interesante.
Con muchísima potencia arranca “Footprints on my back”, un tema cargado de furia con el que BIO-CANCER nos trepana el cerebro con un sonido de muchísima agresividad, pero también con un ritmo que nos obliga a mover la cabeza casi sin querer. Es uno de los temas más agresivos del disco, y también tiene un trabajo muy conseguido con las guitarras.
Continúa la caña con el tema que da título al disco, el propio “Revengeance”, que empieza con cierta oscuridad y un riff entrecortado que luego da paso a un punteo muy reconocible. Después, el tema se desarrolla con una furia salvaje, pero también con unos cambios de ritmo muy bien introducidos.
Con un punteo que se queda en la cabeza desde la primera escucha que luego da paso a un riff muy agresivo y un ritmo endiabladamente rápido empieza “Dream merchants”. Es un tema de ritmo muy potente, con el que haremos headbanging casi sin pensarlo, pero que, además, tiene un trabajo sobresaliente de las guitarras, con unas melodías muy conseguidas.
Con un punteo muy reconocible, de hecho, el más reconocible de todo el álbum, empieza “Swiping life away”, una canción en la que también se ve muy bien esa combinación de las diferentes voces, unas más guturales y otras más agónicas. Es una canción que, en los conciertos, hará que el público se vuelva loco.
Con algo de tranquilidad empieza “Underdog (against the odds)”. Pero que nadie se asuste, que muy pronto el tema gana fuerza y agresividad. Además, hay unos cambios de ritmo muy interesantes.
El disco termina con “Bludgeoning skullcrushing mayhem”, una canción que empieza con cierta oscuridad, pero, sobre todo, con mucha agresividad. Es una canción que, con su agresividad y su furia, deja muy claro que BIO-CANCER no están aquí para hacer Pop. Hay un trabajo muy conseguido en las guitarras, con un solo de sonido muy clásico, pero también muy agresivo.
En total, ocho canciones bastante largas (ninguna baja de los cinco minutos) cargadas de furia y de agresividad, pero también con melodías muy logradas y cambios de ritmo muy bien introducidos, nos sirven para darnos cuenta de la propuesta tan agresiva que nos traen BIO-CANCER.
Un disco que vale la pena escuchar.
Track list:
1. Citizen… Down!
2. 44 days in hell.
3. Footprints on my back.
4. Revengeance.
5. Dream merchants.
6. Swiping life away.
7. Underdog (against the odds).
8. Bludgeoning skullcrushing mayhem.
BIO-CANCER son:
Lefteris Hatziandreou: Voz.
Thanasis Andreou: Guitarras.
Stavros Marinos: Guitarras y coros.
Giannis Lagoutaris: Bajo y coros.
Tomek Solomonidis: Batería.
