ICED EARTH + WARBRINGER + ELM STREET – SALA SHOKO, MADRID – 17/01/2014
El Justo Sustituto Para Iced Earth
No es ni mucho menos la primera vez que los americanos venían a visitarnos, aunque si la primera con este nuevo trabajo a pesar de que hace poco acompañaran a los mediáticos VOLBEAT a su paso por España, y en esta ocasión lo iban a hacer como cabeza de cartel de su gira con un setlist mucho más amplió que nos permitió disfrutar de sus temas con más solera y su más que respetable nuevo disco «Plagues Of Babylon». En mi caso elegí Madrid para ver su paso por la piel de toro, en la ahora renombrada sala Shoko que se ha alzado como una de las mejores opciones a la hora de celebrar eventos en la capital del reino, y así comentando lo más curioso, sin duda fueron los teloneros que traían en gira; los thrashers americanos WARBRINGER y los australianos ELM STREET (la banda que más ganas tenía de ver para qué nos vamos a engañar).
Los primeros en salir en una sala con bastante poca asistencia a primera hora (mucha gente incluso se confundió de hora y palmó el primer bolo), fueron los metaleros ELM STREET a quienes nunca había podido ver en directo y llevaba siguiendo desde que me mandaran su primer y único cd hasta la fecha llamado «Barbed Wire Metal», y aunque pudiera parecer que la banda no terminó de convencer, los pocos temas que interpretaron totalmente basados en este primer trabajo, dieron suficiente muestra de lo que puede hacer una banda de corte clásico que se apoya claramente en la potencia de riffs que perfectamente encajan en el thrash metal americano al que nos tienen acostumbrados bandas de la Bay Area.
Su puesta en escena era sencilla pero efectiva, con un par de estandartes propios tras los que salieron los cuatro miembros del grupo; el batería, un guitarra, un bajo y el guitarra-cantante, comenzando tras marcarse una intro con el potente «Heartracer», un perfecto striker para abrir el apetito y que gritáramos el estribillo, con una fenomenal pegada de la batería y sin aparente muestra de cansancio ante el interminable tour que llevan entre manos.
Lejos de la música que hacen, sus gustos quedan bien reflejados por las camisetas que lucieron en el concierto, pasando desde los canadienses ANNIHILATOR a MANOWAR, así que no es de esperar que se marcaran hace ya tres años, un disco tan completo con estas directrices, como buena muestra da de ello su siguiente «Barved Wire Metal», menos cañero que el primero, aunque tuviera una excelente parte de solo, o la siguiente «Merciless Soldier», con unas cuidadas melodías de guitarra y una lírica dominante a partes iguales con las cuerdas.
El ritmo aumentó con «Heavy Metal Soldier» y su trepidante batería introductoria, fenomenal de nuevo a las guitarras y esos coros con los que los instrumentistas apoyaban a su compañero, puro heavy metal sin concesiones el que marcaron en esta canción con simples pero efectivas melodías para esta larga canción, luego «Face The Reaper» puso un toque más rudo en el concierto con mucha fuerza desde los primeros acordes de guitarra, que animaban a mover la peluca y para terminar su particular periplo, dejando un perfecto sabor de boca; «Elm St´s Childen» que terminó por levantar totalmente los ánimos y caldear el ambiente con su sugerentes guitarras, dejando muestra de que son una banda muy a tener en cuenta para el futuro más cercano. Un concierto muy efectivo y corto con el que me lograron convencer, estoy convencido de que deben andar ya a punto de ofrecer un nuevo disco del que estaremos atentos.
Llegaba el turno para el monumental cabreo de la noche, y es que los americanos WARBRINGER, a parte de ofrecer un rapidísimo setlist que les llevó cosa de 25 minutos culminar, venían a ofrecer un espectáculo sin uno de sus guitarras (quién causó baja en 3 fechas por enfermedad como se molestaron en recalcar en dos idiomas), y es que la caña de esta banda no se puede entender sin una segunda guitarra.
Aplaudo los huevos de esta formación y más de su otro guitarra, quién se curró las partes más complicadas de los dos instrumentos para que los cortes no se quedaran cojos, pero está claro que no pudimos disfrutar del concierto y para colmo el público no acompañó en ningún momento, con esa típica actitud de power metalero friki al que le molesta que le empujen en un concierto de thrash metal, estaba claro que el concierto no iba a ser de los americanos, aunque empezaran a muerte con «Living Weapon» y la aparición del alocado John Kevill, que haciendo de tripas corazón no le quiso dar especial importancia a la ausencia de uno de sus compañeros y metió el turbo desde el primer segundo, tomando pequeños recesos para refrescar el gaznate con unas cervezas.
Cambiaron de disco con «Severed Reality», en la que se arreglaron los pequeños problemas de sonido iniciales y que terminaron de meter a la banda en el concierto, tras lo que su guitarrista nos explicó el motivo de la ausencia de su otro guitarrista, que para sorpresa de muchos hubiera sido Adam (quién ha vuelto a la banda de nuevo), si lo se que es un jaleo de formación de tres pares de narices ya que a los parches ni siquiera estaba su baquetas habitual, sino el de los thrashers VEKTOR.
Nuevo golpe de efecto con la cortísima «The Turning Of The Gears», que pasó como alma que lleva el diablo y apenas nos pudimos dar cuenta de los fallos por su veloz ejecución, ganando puntos con respecto a otras canciones que se marcaron. Pasando rápidamente a «Demonic Ectasy» y sus riffs más pesados o la única canción en la que vimos a la gente en un pequeño mosh-circle pit sugerido por la banda; «Living In A Whirlwind».
La canción que hubiera estado llamada a llevarse el concierto de calle, bajo una situación normal, hubiera sido «Hunter Seeker», a parte de ser la encargada de poner el fin a su actuación, no se si habréis escuchado el tema pero en directo gana muchísimos enteros, en especial en los últimos treinta segundos en los que las guitarras juegan un papel clave y obviamente en este caso se quedó muy cojo, creo que muchos podréis entender el cabreo con el que terminamos al destripar de esta forma una canción tan cañera como esta y ofrecer un concierto en estas circunstancias.
Unos minutos después, presentarían su puesta de largo los chicos de Jon Schaffer recogidos por un gigante telón del nuevo disco «Plagues Of Babylon» que obviamente venían presentando, y quiero poner desde el principio sobre las líneas bien clara la idea de lo mucho que me gusta Stu Block como vocalista para esta banda, estando claro que nunca va a ser Matt Barlow, aunque se encargue de su deje de graves a la perfección y sepa adaptarse a sus composiciones perfectamente, sin quedarse cojo con muchos de sus agudos «Ripperianos» por llamarlos de alguna manera, donde también se muestra bastante cómodo. Si a esto le sumamos una banda de grandes músicos y las perfectos coros que le meten en directo, tendremos una combinación clave para ofrecer un buen concierto como hicieron en Madrid.
El recital comenzaba con los primeros samples pregrabados de su nueva «Plagues Of Babylon», tema que a parte de dar nombre al disco también lo abre en una más que larga canción en la que pasan rápidamente de una supuesta tranquilidad introductoria a unas guitarras mucho más marcadas y la voz del vocalista comenzando a deleitar a los presentes y alcanzar su punto más álgido en un estribillo que logra subir a la banda a lo más alto y hacer que el público cante con ellos.
Siguiendo la actuación con «Demonicide» y esa guitarra tan propia de esta banda, estando claro que se sienten más que orgullosos de este nuevo disco que poco o nada tiene que envidiar a los discos con más solera y tras esto, el primer momento épico totalmente esperado, sería el «Dark Saga» en el que todos parecíamos flotar y apenas nos hizo acordarnos de su principal cantante, por la similitud que he comentado antes entre Stu y el mencionado, sumergiéndonos en la magia de ICED EARTH y en esos ritmos tan pegadizos que nos hicieron cantar la canción de principio a fin y solicitar un descanso a la banda, que llegaría con una canción que el cantante quiso dedicar a Jon, por haberla compuesto para su fallecido abuelo; «If I Could See You», siendo una preciosa balada, muy en la onda de lo que podemos esperar de estos americanos, con una parte principal mucho más rápida y francamente deliciosa a los oídos.
El concierto volvía con unas guitarras mucho más sucias para «Disciples Of The Lie», con ese desparpajo del vocalista para meterse en las carnes de sus predecesores sin pedir permiso y barrer literalmente al personal, mientras sus compañeros se dejaban los cuernos en afrontar el tema, para de repente lanzar la intro de «Jekyll & Hyde», que les quedó bastante curioso, con mucha más fuerza que la anterior. Y ya de la que estaban hacer un guiño especial a Hansi de BLIND GUARDIAN; viejo amigo de Jon por haberles ayudado con la siguiente «Among the Living Dead», principalmente con los coros como buenamente se puede dar uno cuenta al escuchar el redondo, siguiendo esa misma estructura de apacible intro que Jon destroza con los riffs de guitarra y proponiendo muy pocos incisos instrumentales.
Rompieron el concierto literalmente con la potencia vocal de Stu en «Red Baron/Blue Max», ofreciendo esa faceta mucho más agresiva de su voz, no únicamente por los tremendos agudos en las partes necesarias sino por la forma de cantar el resto de la canción y ya de la que estábamos, terminaron de partir el concierto con la baladita «Blessed Are You» y «Peacemaker», que aun siendo nueva gustó bastante en el momento del concierto que estábamos pasando (aproximadamente la mitad del bolo).
Volvíamos a palabras mayores con la tremenda introducción del «Vengeance Is Mine», rápido y sin concesiones con una potente batería que nos trasladaba a la etapa clásica de la banda, después llegaría la larga y quizás algo desafortunada «Cthulhu»; un buen tema nuevo al que no terminé de ver la gracia en directo y su continuación con la enérgica «My Own Savior», que ya fue harina de otro costal, siendo otro tema con bastantes años a sus espaldas en la que dejaron a todos satisfechos.
La presentación de la nueva «The End?», también dejó sus buenos momentos, aunque no tanto como la bestial interpretación de «A Question of Heaven», en la que a parte de sobrar feeling para una canción de las largas, supieron mantener en vilo al público desde la primera nota y que Stu desatara el apocalipsis en la parte final para despedir la segunda parte del concierto con su soberbia voz y dejar claro que es el cantante perfecto para esta nueva etapa de la banda, vaya manera de hacer brillar su cantante entre los coros de sus compañeros, sinceramente algo mágico.
Rápidamente la banda desapareció del escenario y volvieron para dejarnos unos bises en Madrid, el primero de ellos «Dystopia» que comienza muy elegante y segura para dar paso a otra de esas canciones que podrían hacernos llorar; «Watching Over Me» y su lacrimógeno estribillo, que comienza con esa tónica general de la banda a la hora de meter unas suaves guitarras y romperlo para que poco a poco vayamos creciendo en intensidad. Y ya para despedirse y poner la guinda del pastel, dejaron su tema homónimo «Iced Earth», bien acogido y perfecto para cerrar un concierto que poco le faltó para llegar a las dos horas de puro metal.
Me queda claro que la banda ha apostado muy fuerte por su nuevo trabajo, incorporando la friolera de siete temas en su gira, con un acierto casi total en la elección, y un setlist al que le faltaron muchas cosas (supongo que todos pensamos esto y a cada uno nos faltarían unos pocos), pero el concierto fue francamente bueno, no así como el de sus compatriotas y por supuesto, me alegré enormemente de haberme desvirgado en directo con los australianos, a quienes ya espero de nuevo con los brazos abiertos por España, espero que pase un poco de tiempo para que sigan todos madurando su material.