RUGIDOS POR KEVIN DUBROW: EL ROCK SE LAMENTA
Una de las más importantes voces en la historia del rock y el heavy metal nos dejó hace unas semanas. La marcha de quien algunos denominaban el «Rugido Hecho Voz» no ha dejado indiferente a nadie y en Metalcry hemos querido unirnos en un merecido tributo a una de las bandas que puso los pilares de la grandeza del heavy metal de las últimas 3 décadas.
En esta serie de artículos te recopilaremos, traducidas al castellano, las condolencias de los personajes más reseñables y directamente relacionados con Kevin, del mundo del rock y el heavy metal.
JEFF SCOTT SOTO
«Conocí a Kevin allá en 1986 cuando QUIET RIOT estuvieron en cartel con nosotros (YNGWIE MALMSTEEN) en una serie de conciertos en los Estados Unidos.
Él era un tío divertido, animado y sobre todo buena persona. Más allá de esa imagen que el creó de si mismo como «el rugido hecho voz”, yo encontré un alma realmente animada y genuina. Era un santo entonces y continuó siendo una persona humilde, siempre tratándome con absoluto respeto desde el primer día.
Era yo un fan de QUIET RIOT cuando salió su álbum “Metal Health” y tras conocer a Kevin y compañía continué apoyando a estos chicos en su cruzada para continuar el camino que se habían propuesto ellos mismos para salir del desconocimiento general.
Mientras conducíamos hacia una prueba de sonido en el Reino Unido recibí la noticia de que Kevin se había ido.
Mis más profundas condolencias hacia su familia, amigos cercanos y queridos y, en especial a todos los chicos de QUIET RIOT. Kevin nos deja su legado de trabajo con el que deberíamos recordarle y conocerle, el no querría que estemos tristes por su muerte, habría deseado que lo celebremos “¡¡gritando hasta que nuestras gargantas sangren!!”
D.E.P. amigo, ¡nos encontraremos de nuevo!»
BLACKIE LAWLESS
«Ha sido uno de los mejores vocalistas del rock que yo he visto. Tenía una voz cual hoja de afeitar a punto de cortarte por la mitad. Y esa voz ahora se ha silenciado.
Fue una de las primeras personas que conocí cuando yo llegué a Los Angeles. Kevin y yo compartíamos un parecido único y especial ya que nuestros estilos eran muy similares y ambos teníamos la misma edad. La tercera gira que realicé en L.A. fue con el y QUIET RIOT, cuando Randy Rhoads aún estaba en la banda.
QUIET RIOT fue la primera banda de rock real de la MTV. Siempre suelo decirle a todo el mundo que cuando la gente escribe enciclopedias de rock and roll tienes siempre tu capítulo “Invasión Británica del ‘64”, el capítulo de “Elvis y el ’54” y el capítulo “Haight-Ashbury del ‘69”. Pues bien, ahora L.A. tendrá su propio capítulo de los años ’82-’83, y QUIET RIOT serán, sin duda, el comienzo de ese capítulo».
DEE SNIDER
«Kevin DuBrow está muerto. Golpes como este son jodidamente duros.
QUIET RIOT y TWISTED SISTER han tenido un gran respeto el uno por el otro. Este respeto se basa en el hecho de que ambos grupos se formaron en 1973 (mucho antes del renacimiento del heavy metal o hair metal, como se ha venido conociendo, en los 80. Cuando QUIET RIOT (en la Costa Oeste) y TWISTED SISTER (en la Costa Este) fueron formados, el movimiento glam-rock de los 70 estaba sufriendo un retroceso y ambas bandas tuvimos que pelear duro contra la embestida de la música disco (ugh!). Cuando otras bandas lo dejaron o cambiaron a aquello más comercialmente viable en aquellos momentos, ambos rehusamos inclinarnos – o disolvernos, lo mismo daba – y continuamos llevando la antorcha del heavy rock a través de los oscuros días de la segunda mitad de los 70. Como resultado, QUIET RIOT no fueron sólo única cabeza visible de la escena metálica de L.A., sino que se convirtieron en la inspiración para muchas otras bandas que comenzaron su búsqueda de la fama y la fortuna.
Si echas un vistazo atrás a los viejos artículos de las revistas musicales de L.A., verías a todas las bandas que llegaron a algo fuera de L.A. abriendo para QUIET RIOT. Y fue la perseverancia de Kevin DuBrow y QUIET RIOT y su negativa a bajar los brazos sin responder la que, literalmente, destruyó las barreras de la industria discográfica, la televisión y las radios comerciales y abrió la puerta a todas las bandas que les siguieron hacia la tierra prometida… Y todos conocemos los días gloriosos de metal que siguieron a aquello.
Gracias, Kevin.
Y como TWISTED SISTER estaba haciendo, y ha hecho, lo mismo por la escena musical de la Costa Este, nuestras dos bandas han compartido siempre un respeto mutuo por la otra. Sabemos que ninguno de los otros grupos (con la posible excepción de Y&T, quienes hicieron prácticamente lo mismo en el Norte de California) pasaron por la mierda con la que nosotros tragamos. Nos ganamos nuestras cicatrices de batalla y nuestro derecho a estar en coliseos y grandes escenarios… mientras que sentíamos que otras no lo tuvieron.
Debido a esa conexión la marcha de Kevin DuBrow golpea especialmente duro. Habéis oído muchas veces el dicho “Allá, por la Gracia de Dios, yo voy”, pues bien, nunca ha sido tan cierto como ahora.
La comunidad metálica ha perdido una poderosa voz y un gran frontman, pero no dejéis nunca que se diga que Kevin DuBrow no nos dejó su marca. “¡Nos pateaste el culo, Kevin! Realmente lo hiciste”.
Me gustaría compartir una historia. Kevin y yo estábamos un día hablando y el me comentó algo sobre unas “girl scouts” que llamaron a su casa para vender galletas y cuando abrió la puerta comenzaron a cantar nuestro éxito (TWISTER SISTER) “We’re not gonna take it”, para su gran desilusión. Kevin me dijo que la gente a menudo confundía la canción de TWISTED SISTER con el “Cum On Feel the Noize” de QUIET RIOT y me preguntó si eso me había pasado alguna vez a mi. Yo, orgullosamente (y engreídamente) le dije que no. Pude ver a Kevin un poco avergonzado por ello y pensé… “aún mejor”.
Desde aquel día a hoy he tenido multitud de casos de gente que ha confundido mi canción con el “Cum On Feel the Noize” y el colmen fue cuando en un gran evento deportivo una de las cámaras me distinguió entre la multitud, puso mi cara en el Jumbotron… y empezó a sonar “Cum On Feel the Noize” mientras miles de personas aclamaban. Entonces fue mi turno para sentirme totalmente avergonzado. Fue como si Dios la estuviera tomando conmigo por haber sido un engreído gilipollas. Perdóname, Kev».
Autor: Daniel Velasco Alonso