OBSCURA + FALLUJAH + ALLEGAEON + FIRST FRAGMENT en Bilbao: Diluvio de Death Metal en ‘Petit Comité’
Lunes, siete de la tarde. Hacía frío y había llovido. No se auguraba nada demasiado bueno y y de hecho la velada empezó con una ingrata sorpresa: las puertas de la sala se encontraban cerradas. A los asistentes que allí me encontré aquello les sorprendió tanto como a mí. Pronto nos dimos cuenta de que quizá tuviéramos que entrar por la puerta trasera, lo que significaría que el concierto no sería en la sala Santana 27, tal y como creíamos, sino en la Santana Blue, una pequeña sala para un aforo de unas sesenta o setenta personas nada más. Y así fue. Todo un fiasco.
Dentro, el público estaba un tanto disgustado con aquella sala. Era pequeña, mal iluminada, con un escenario pequeño, y además no estábamos demasiados. Pero habíamos ido a pasarlo bien, a pesar de tenerlo todo en contra. Así, los primeros en repartir algo de ruido fueron los canadienses FIRST FRAGMENT, banda en la que ahora se encuentra Dominic Lapointe, ex-bajista de BEYOND CREATION.
Para abrir boca, que apenas contaron con media hora de concierto, descargaron su furia ante los pocos asistentes que en aquel momento estábamos allí, en lo que fue una demostración de técnica y contundencia notoria, con temas como “Gula” o la que dio cierre a su breve actuación, “Paradoxal Subjugation”. Desde luego son una banda con integrantes que de noveles tienen poco y que se han ganado con creces el derecho de abrir para OBSCURA.
Al conjunto de Quebec le siguieron los estadounidenses ALLEGAEON. Los de Colorado venían también pletóricos de lo que se me comentó estaba siendo una excelente gira para todas las bandas. Si bien de la venta de entradas no iban a sacar mucho de su visita a Bilbao, la sala ya gozaba de una mayor afluencia. Un público al que no iban a dejar indiferente.
El escenario les resultó exageradamente pequeño al quinteto, cuyo cantante y bajista (Riley McShane y Brandon Michael) se pasaron el concierto entero abajo, frente al público. De modo que lo que parecía un desastre organizativo se convirtió en uno de los puntos fuerte de la noche: la cercanía a las bandas. En un alarde fuerza y locura, los death metaleros técnicos-melódicos le dieron el primer repunte de armonía a la noche. Canciones como “Stellar Tidal Disruption” o “1618” dan buena cuenta de ello. Por todo esto, ya se iba calentando el ambiente.
Los siguientes en recibir su turno fueron los californianoss FALLUJAH. Una banda de éxito, de tales magnitudes que podrían fácilmente ser ellos el cabeza de cartel de una gira propia. Y es que se están consolidando como una de las bandas referentes en el deathcore y death metal técnico, a pesar de contar con apenas doce años de existencia. El cuarteto de San Francisco supo enfrentarse a una sala que estaba ya casi prácticamente llena pero muy quieta. Los lunes nunca son el mejor día para dar un concierto, pero tales eran las circunstancias.
A Antonio Palermo, vocalista de la banda, también se le debió quedar pequeño el escenario, pues tras comenzar con “Carved From Stone” ya empezó a moverse por la zona del público como un animal enjaulado. Con sus enrevesados riffs, samples de guitarra, punteos frenéticos y breakdowns densos, FALLUJAH golpearon fuerte en aquella sala tan pequeña.
Su sonido fresco y original quedó retratado en temas como “Abandon” o “The Void Alone” que cayeron como rocas y que me sorprendieron gratamente. Sin duda son una banda a tener en cuenta de cara al futuro, pues tienen bastante que ofrecer en un estilo en el que se está cayendo en fórmulas más que repetitivas.
De este modo llegamos al momento más esperado de la noche. A las 21:40 horas, tal y como estaba previsto, los alemanes OBSCURA subieron al escenario (esta vez más despejado, que hasta ahora había albergado la batería del conjunto montada tras las baterías de las demás bandas) y no tardaron en utilizar todas sus artimañas. La sala ya estaba a rebosar, si bien esto significa que tan solo nos encontrábamos allí unas 60 personas, pero al ser tan pequeña, la presencia se hizo notar. Los bávaros abrieron con “Emergent Evolution”, segundo tema del disco con el que están girando actualmente, “Diluvium”, pero no tardaron en recordar el que es uno de sus temas insignia, “Akroásis”. Esto fue a la tercera canción, que fue el momento en el que la gente empezó a empujar más, coreando incluso los estribillos y marcando el ritmo a base de palmas y gritos.
Otro de los nuevos temas que visitaron fue “Mortification of a Vulgar Sun” en lo que es una brutal muestra del excelente momento que está pasando la banda. Su directo, o lo que se sintió aquí, es sincero, cercano, y siempre conectando con su público, lo que es de agradecer. El vocalista Steffen Kummerer no dejó de animar a los asistentes, así como Linus Klausenitzer, bajista, se divirtió picando y provocando de vez en cuando al público. Creo que ni ellos se esperaban tocar en un ambiente tan familiar, y he de confesar que creí que les parecería una cutrez. Sin embargo, al final del concierto se les vio bastante contentos con el bolo en “petit commité”. Desde luego, al pensarlo en frío, sí ha sido todo un privilegio disfrutar de OBSCURA de una manera tan cercana.
Del nuevo disco también interpretaron “An Epilogue to Infinity”, el sorprendente solo de bajo (tuneado por cierto, con la mitad del mástil sin trastes y la otra mitad con ellos, de siete cuerdas) de “A Last Farewell” o como es obvio la homónima “Diluvium”, todas ellas ejecutadas con una maestría y elegancia brutales, con un Rafael Trujillo enorme a la guitarra pero tratando de pasar más desapercibido. En la batería, Sebastian Lanser hizo gala de sus aptitudes demostrando todo su poderío.
Tras el susto inicial de encontrarme las puertas cerradas y el disgusto de pasar a la Blue, que no debe de ser mucho más ancha que largo es el pasillo de mi casa, la noche por suerte solo fue a mejor. Cada vez había más gente, las bandas estuvieron a tope en todo momento y nos brindaron un espectáculo en toda regla. Mi única queja va para la iluminación de la sala, que era realmente patética. Ni siquiera la pondría en una lonja para adornar un poco. A pesar de eso y lo pequeño de la sala, el concierto fue realmente bueno. Por lo demás, era lunes, once de la noche. Hacía frío y había llovido. Pero yo acababa de ver a OBSCURA y me pude ir a casa muy satisfecho.